Mientras los sacaban fuera, le dijeron: 'Escapa, por tu vida. No mires atrás, ni te detengas en toda la llanura. Escapa al monte, si no quieres perecer'.
Jeremías 46:5 - Biblia Castilian 2003 Pero ¿qué veo? Están consternados, vuelven la espalda; sus guerreros, batidos, emprenden la huida sin mirar atrás. ¡Pavor por doquier! - oráculo de Yahveh -. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¿Por qué los vi medrosos, retrocediendo? Sus valientes fueron deshechos, y huyeron sin volver a mirar atrás; miedo de todas partes, dice Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero ¿qué es lo que veo? El ejército egipcio huye aterrorizado. Sus hombres de guerra más valientes corren sin mirar atrás. A cada paso se llenan de terror —dice el Señor—. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero, ¿qué es lo que veo?
Ellos se acobardan y retroceden.
Los más valientes son derrotados,
huyen sin volver la cabeza,
¡Terror por todas partes!, dice Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion Pero, ¿qué es lo que veo? Están aterrorizados; Sus valientes se baten en retirada derrotados, Y huyen sin mirar atrás cercados de pavor, dice YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero ¿qué veo? Están consternados, vuelven la espalda; sus guerreros, batidos, emprenden la huida sin mirar atrás. ¡Pavor por doquier! -oráculo de Yahveh-. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Por qué los vi temerosos, volviendo atrás? Y sus valientes fueron deshechos, y huyeron aterrados sin mirar atrás porque había miedo de todas partes, dice Jehová. |
Mientras los sacaban fuera, le dijeron: 'Escapa, por tu vida. No mires atrás, ni te detengas en toda la llanura. Escapa al monte, si no quieres perecer'.
Estarán aterrados, espasmos y dolores les asaltarán, se retorcerán como parturientas. Unos a otros se mirarán espantados, rostros de llamas serán sus rostros.
Aquel d a, los egipcios serán como mujeres: temblarán y temerán ante la agitación de la mano de Yahveh Sebaot, que él mismo agitará contra ellos.
Se volverán atrás, se confundirán de vergüenza los que conf an en dolos y dicen a las estatuas: '¡Sois nuestros dioses!'.
Por eso se encendió la ira de Yahveh contra su pueblo, tendió su mano contra él y lo hirió. Temblaron las monta as. Los cadáveres fueron como basura en medio de las calles. Y ni aun as se calmó su ira, y su mano está todav a extendida.
Yo o a el cuchicheo de la gente: ¡Terror en derredor! ¡Denunciadlo! ¡Denunciémoslo! Todos mis amigos están espiando un desliz m o: 'A ver si se deja seducir; le dominaremos y de él nos vengaremos'.
También sus mercenarios son como novillos cebados; pero también ellos se vuelven, huyen a una, no resisten, pues les llega el d a de su ruina, el tiempo de su castigo.
Toman sus tiendas y sus reba os, sus pabellones y todas sus cosas. Se llevan sus camellos, gritándoles: '¡Terror por doquier!'
Mira que yo te traigo el terror - oráculo del Se or Yahveh Sebaot - por todas partes. Se os expulsará a cada uno por su lado, y nadie acogerá a los que huyan.
No salgáis al campo, no andéis por el camino, pues la espada del enemigo está ah: terror por todas partes.
Provocaré la consternación de muchos pueblos por tu causa, y sus reyes se estremecerán de espanto por ti, cuando yo blanda mi espada ante ellos; todos temblarán sin pausa, temiendo por su propia vida el d a de tu ca da.
comeréis carne de guerreros y beberéis sangre de los pr ncipes de la tierra. Todos ellos serán como carneros, corderos, machos cabr os y toros cebados de Basán.
La reina es desnudada y deportada; sus sirvientas, sollozando, gimiendo como palomas, se dan golpes de pecho.
N nive es como un estanque; sus aguas se escapan. ¡Deteneos! ¡Deteneos! Pero nadie se vuelve.
Se acerca el gran d a de Yahveh, se acerca, se echa encima. El estruendo del d a de Yahveh es horrible: en él pedirá auxilio hasta el guerrero.