Han destrozado como quien penetra a través de la maleza con el hacha de dos filos,
Jeremías 46:22 - Biblia Castilian 2003 Su voz es como silbido de serpiente que camina, mientras ellos avanzan con fuerza, vienen hacia ella con hachas, como le adores Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Su voz saldrá como de serpiente; porque vendrán los enemigos, y con hachas vendrán a ella como cortadores de leña. Biblia Nueva Traducción Viviente Egipto huye, silencioso como serpiente que se desliza. Los soldados invasores avanzan; se enfrentan a ella con hachas como si fueran leñadores. Biblia Católica (Latinoamericana) Escúchenla que silba como una serpiente que huye, pues avanzan en masa contra ella, se echan sobre ella con sus hachas, como hace el leñador, La Biblia Textual 3a Edicion Oídla, silbando cual serpiente, Porque los enemigos avanzan; La invaden como leñadores con hachas, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Su voz es como silbido de serpiente que camina, mientras ellos avanzan con fuerza, vienen hacia ella con hachas, como leñadores Biblia Reina Valera Gómez (2023) Su voz saldrá como de serpiente; porque con ejército vendrán, y con hachas vienen contra ella como cortadores de leña. |
Han destrozado como quien penetra a través de la maleza con el hacha de dos filos,
¿Se jacta el hacha ante quien corta con ella? ¿Se engr e la sierra ante quien tira de ella? ¡Como si la vara blandiera a quien la alza o un bastón alzara a quien no es de madera!
Hasta los cipreses se alegran por ti, los cedros del L bano dicen: 'Desde que yaces, no sube el talador contra nosotros'.
Humillada hablarás desde el suelo, se ahogará tu palabra en el polvo; será como espectro tu voz desde el suelo, desde el polvo susurrará tu palabra.
Por boca de tus mensajeros has escarnecido a mi Se or y has dicho: con la multitud de mis carros he subido a las cumbres de los montes, a las cimas del L bano. He talado sus más altos cedros, sus más escogidos cipreses. Penetré en sus lugares más remotos, en sus más frondosos bosques.
También sus mercenarios son como novillos cebados; pero también ellos se vuelven, huyen a una, no resisten, pues les llega el d a de su ruina, el tiempo de su castigo.
talan su bosque - oráculo de Yahveh -; pues son innumerables, s, más numerosos que langostas; no tienen número.
Por esto me lamentaré y gemiré, andaré descalzo y desnudo; daré aullidos como de chacal, gemidos como de avestruz.
Lo verán las naciones y se avergonzarán de todo su poder o; se pondrán la mano en la boca, se taparán los o dos,
Gime, ciprés, porque ha ca do el cedro: los árboles majestuosos han sido abatidos. Gemid, encinas de Basán, porque la selva impenetrable ha sucumbido.
Y a adieron los jefes: 'Que sigan viviendo; pero que sean le adores y aguadores de toda la comunidad'. Y se hizo como hab an determinado los jefes.