Miró Dios a la tierra, y vio que estaba corrompida, porque toda carne hab a corrompido su camino sobre la tierra.
Jeremías 45:5 - Biblia Castilian 2003 ¿Y tú buscas para ti cosas grandes? No las busques. Porque yo voy a traer desgracias sobre todo mortal - oráculo de Yahveh -, pero a ti te daré tu vida por bot n a dondequiera que vayas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¿Y tú buscas para ti grandezas? No las busques; porque he aquí que yo traigo mal sobre toda carne, ha dicho Jehová; pero a ti te daré tu vida por botín en todos los lugares adonde fueres. Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Buscas grandes cosas para ti mismo? ¡No lo hagas! Yo traeré un gran desastre sobre todo este pueblo; pero a ti te daré tu vida como recompensa dondequiera que vayas. ¡Yo, el Señor, he hablado!”». Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Y tú reclamas para ti cosas extraordinarias? No reclames tanto, pues voy a descargar calamidades sobre todos los mortales, dice Yavé, pero a ti te concederé la vida. La guardarás como un premio por dondequiera que vayas. La Biblia Textual 3a Edicion ¿Y tú buscas para ti grandezas? ¡No las busques! porque he aquí, Yo traigo mal sobre toda carne, dice YHVH. Pero tu vida te será dada por botín en todos los lugares adonde tú vayas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Y tú buscas para ti cosas grandes? No las busques. Porque yo voy a traer desgracias sobre todo mortal -oráculo de Yahveh-, pero a ti te daré tu vida por botín a dondequiera que vayas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Y tú buscas para ti grandes cosas? No las busques; porque he aquí que yo traigo mal sobre toda carne, dice Jehová, y a ti te daré tu vida por despojo en todos los lugares adonde vayas. |
Miró Dios a la tierra, y vio que estaba corrompida, porque toda carne hab a corrompido su camino sobre la tierra.
por lo que le dijo Dios: 'Puesto que has pedido esto para ti, y no una larga vida, ni riquezas, ni la vida de tus enemigos, sino entendimiento para discernir lo que es equitativo,
Concede, pues, a tu siervo un corazón prudente, para que sepa juzgar a tu pueblo y discernir entre lo bueno y lo malo. Porque ¿quién es capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan considerable?'.
Le dijo entonces Eliseo: '¿No iba contigo mi esp ritu cuando un hombre bajó de su carro para ir a tu encuentro? Ahora has recibido dinero y has aceptado vestidos, y comprarás olivares, vi as, ovejas y vacas, siervos y siervas.
Canto gradual. De David. Mi corazón, Se or, no es altanero, ni mis ojos altivos. No voy tras lo grandioso, ni tras lo prodigioso, que me excede,
Porque Yahveh va a juzgar con el fuego y con su espada a todo mortal, y muchas serán las v ctimas de Yahveh.
Quien se quede en esta ciudad morirá a espada, de hambre o de peste; quien salga y se entregue a los caldeos que os asedian, vivirá y tendrá su vida por bot n.
Yahveh, Dios de Israel, me habló as: toma en tu mano esta copa del vino de la ira, y dásela a beber a todas las naciones a las que te env o,
para que beban, se tambaleen y deliren ante la espada que voy a enviar contra ellas.
a todos los reinos del norte, cercanos y lejanos, uno tras otro, y a todos los reyes del mundo que están sobre la superficie de la tierra. Pero el rey de Sesac beberá después de ellos.
llega el estruendo, hasta el fin del mundo. Pues Yahveh entabla un proceso con las naciones, va a juzgar a todos los mortales: a los malvados los entrega a la espada' - oráculo de Yahveh -.
'As dice Yahveh: quien se quede en esta ciudad morirá a espada, de hambre o de peste. Quien se pase a los caldeos, vivirá; tendrá su vida por bot n, pues seguirá viviendo.
S; ciertamente te salvaré, para que no caigas a espada, y as tendrás tu vida por bot n, puesto que has confiado en m ' - oráculo de Yahveh.
Por eso, esperadme - oráculo de Yahveh - el d a en que me levante para dar testimonio, pues he decidido reunir a las naciones, congregar a los reinos, para derramar sobre ellos mi cólera, todo el ardor de mi ira: por el fuego de mi celo será devorada toda la tierra.
Tened unos con otros el mismo sentir, sin abrigar sentimientos de grandeza, sino dejándoos llevar al trato con los humildes. No os tengáis por sabios ante vosotros mismos.
No os dejéis arrastrar por la codicia y contentaos con lo que tenéis. Pues él ha dicho: No te dejaré ni te abandonaré.