Abandonaré el resto de mi heredad y lo entregaré en manos de sus enemigos, de modo que será despojo y bot n de todos sus adversarios,
Jeremías 44:27 - Biblia Castilian 2003 Mirad: voy a velar por ellos para desgracia y no para felicidad, pues todos los hombres de Judá que están en el pa s de Egipto serán consumidos por la espada y por el hambre hasta su aniquilamiento. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 He aquí que yo velo sobre ellos para mal, y no para bien; y todos los hombres de Judá que están en tierra de Egipto serán consumidos a espada y de hambre, hasta que perezcan del todo. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues los vigilaré para traerles desastre y no bien. Todos los de Judá que ahora viven en Egipto sufrirán guerra y hambre hasta que todos mueran. Biblia Católica (Latinoamericana) Sí, voy a poner mis ojos sobre ellos, no para su bien sino para su mal. Todos los hombres de Judá que están ahora en Egipto, perecerán a espada y de hambre hasta que se terminen todos. La Biblia Textual 3a Edicion He aquí Yo vigilo sobre ellos para mal y no para bien; y todos los hombres de Judá que están en tierra de Egipto serán consumidos por la espada y por el hambre, hasta que perezcan del todo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mirad: voy a velar por ellos para desgracia y no para felicidad, pues todos los hombres de Judá que están en el país de Egipto serán consumidos por la espada y por el hambre hasta su aniquilamiento. Biblia Reina Valera Gómez (2023) He aquí que yo velo sobre ellos para mal, y no para bien; y todos los hombres de Judá que están en la tierra de Egipto, serán consumidos a espada y de hambre, hasta que perezcan del todo. |
Abandonaré el resto de mi heredad y lo entregaré en manos de sus enemigos, de modo que será despojo y bot n de todos sus adversarios,
Hoy te conf o las naciones y los reinos para arrancar y arrasar, para destruir y derruir, para edificar y plantar.
Pues he dirigido mi rostro contra esta ciudad para mal y no para bien - oráculo de Yahveh -. Será entregada en mano del rey de Babilonia y la incendiará'.
Y como velé por ellos para arrancar y arrasar, para derruir, destruir y afligir, as velaré por ellos para edificar y plantar - oráculo de Yahveh -.
'Vete a decir al cusita Ebedmélec lo siguiente: as dice Yahveh Sebaot, Dios de Israel: mira: voy a cumplir mis palabras acerca de esta ciudad para mal y no para bien. Se cumplirán ante ti en aquel d a.
entonces, la espada que teméis, os alcanzará all, en Egipto; y el hambre que os perturba, os llegará all, en Egipto, y all moriréis.
Voy a quitar de en medio al resto de Judá, a aquellos que decidieron entrar en el pa s de Egipto y residir en él. Perecerán todos; caerán en el pa s de Egipto; desde el más peque o hasta el más grande serán consumidos por la espada y por el hambre; morirán a espada y de hambre, y se convertirán en execración, horror, maldición y oprobio.
Castigaré a los que residen en el pa s de Egipto como castigué a Jerusalén con la espada, con el hambre y con la peste,
de modo que el resto de Judá que ha venido a residir en el pa s de Egipto no tendrá ni un escapado ni un evadido. En cuanto a volver al pa s de Judá, adonde ellos mismos desean volver para establecerse all, ciertamente no volverán, salvo algunos fugitivos'.
Pero desde que cesamos de incensar a la Reina de los Cielos y de ofrecerle libaciones, carecemos de todo y hemos sido consumidos por la espada y por el hambre.
Los dispersaré por las naciones que ni ellos ni sus padres conocieron, y enviaré detrás de ellos a la espada hasta acabar con ellos'. As, dice Yahveh Sebaot:
'¡Atención! Llamad a las pla ideras, que vengan; mandad a buscarlas, que vengan las más expertas,
'Una tercera parte de tus habitantes morirá de peste y perecerá de hambre dentro de ti; otra tercera parte caerá a espada en tus alrededores; y esparciré la otra tercera parte a todos los vientos, desenvainando la espada tras ellos.
Yahveh estuvo pendiente de esta calamidad y la volcó sobre nosotros, porque Yahveh, nuestro Dios, es justo en todas las obras que hace, pero nosotros no escuchamos su voz'.
Mirad que los ojos del Se or Yahveh están puestos en el reino pecador: lo exterminaré de la superficie de la tierra. Pero no exterminaré por completo a la casa de Jacob - oráculo de Yahveh -.