Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Jeremías 42:2 - Biblia Castilian 2003

y dijeron al profeta Jerem as: '¡Ojalá llegue ante ti nuestra súplica! Ruega a Yahveh, tu Dios, por nosotros, por todo este resto, pues de muchos que éramos quedamos unos pocos, como estás viendo con tus propios ojos,

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

y dijeron al profeta Jeremías: Acepta ahora nuestro ruego delante de ti, y ruega por nosotros a Jehová tu Dios por todo este resto (pues de muchos hemos quedado unos pocos, como nos ven tus ojos),

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Jeremías el profeta y le dijeron: —Por favor, ora al Señor tu Dios por nosotros. Como puedes ver, somos un pequeño remanente comparado con lo que éramos antes.

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

para decirle:

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

y dijeron al profeta Jeremías: Acepta ahora nuestro ruego delante de ti, y ora por nosotros a YHVH tu Dios por todo este remanente, porque de muchos que éramos, hemos quedado pocos, así como nos están viendo tus ojos,

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

y dijeron al profeta Jeremías: '¡Ojalá llegue ante ti nuestra súplica! Ruega a Yahveh, tu Dios, por nosotros, por todo este resto, pues de muchos que éramos quedamos unos pocos, como estás viendo con tus propios ojos,

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y dijeron al profeta Jeremías: Sea acepta nuestra súplica delante de ti, y ora por nosotros a Jehová tu Dios, por todo este remanente (pues de muchos hemos quedado unos pocos, como nos ven tus ojos),

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Jeremías 42:2
34 Referans Kwoze  

Entonces el rey, tomando la palabra dijo al varón de Dios: 'Implora, por favor, a Yahveh, tu Dios, e intercede por m, para que mi mano vuelva hacia m '. Imploró el varón de Dios a Yahveh, y al punto la mano del rey se volvió hacia él y quedó como hab a estado antes.


que mi plegaria alcance a tu presencia, según tus promesas, ponme en salvo.


Pero también esta vez endureció el Faraón su corazón y no dejó salir al pueblo.


Orad a Yahveh para que cesen los truenos de Dios y el granizo; os dejaré salir, y no os quedaréis aqu por más tiempo'.


Cuando extendáis vuestras palmas, me taparé los ojos; aunque multipliquéis las oraciones, no os escucharé. Vuestras manos están llenas de sangre:


Si Yahveh Sebaot no nos hubiera dejado un resto, ser amos como Sodoma, semejantes a Gomorra.


Quizá Yahveh, tu Dios, habrá o do las palabras del copero mayor, enviado por el rey de Asiria, su se or, para insultar al Dios vivo, y le castigue por las palabras que Yahveh, tu Dios, ha o do. Eleva, pues, una plegaria por el resto que aún queda'.


Has visto muchas cosas y no atiendes, tienes abiertos los o dos y no escuchas.


S, Yahveh; es cierto que te serv obrando bien, es cierto que interced ante ti por mi enemigo en tiempo de desgracia y en tiempo de angustia.


que dicen al le o: 'Mi padre eres tú', y a la piedra: 'Tú me has dado a luz', mientras a m me dan la espalda y no la cara. Pero cuando las cosas se tuercen dicen: '¡Levántate y sálvanos!'.


'Consulta por nosotros a Yahveh, pues Nabucodonosor, rey de Babilonia, nos está atacando. Tal vez Yahveh haga en favor nuestro alguno de sus prodigios, de tal modo que aquél se aleje de nosotros'.


A ver si elevan sus plegarias a Yahveh, y se convierte cada uno de su mala conducta; porque es grande la ira y el furor que Yahveh ha predicho contra este pueblo'.


Ahora escucha, por favor, rey, mi se or. Por favor, que llegue mi súplica ante ti: no me hagas volver a la casa de Jonatán, el secretario, no sea que yo muera all '.


El rey Sedec as envió a Yucal, hijo de Selem as, y al sacerdote Sofon as, hijo de Maas as, a decir al profeta Jerem as: 'Ruega por nosotros a Yahveh, nuestro Dios'.


El rey Sedec as mandó traer ante s al profeta Jerem as a la tercera entrada del templo de Yahveh, y el rey dijo a Jerem as: 'Te voy a hacer una pregunta, no me ocultes nada'.


Entonces Juan, hijo de Caréaj, habló en secreto a Godol as en Mispá en estos términos: 'Pienso ir yo a matar a Ismael, hijo de Netan as, sin que nadie lo sepa. ¿Por qué te ha de quitar la vida, para que as se dispersen todos los jud os que se han reunido en torno a ti y perezca el resto de Judá?'.


Os enga abais con peligro de vuestras vidas cuando me mandasteis a Yahveh, vuestro Dios, diciéndome: 'Ruega por nosotros a Yahveh, nuestro Dios; y de acuerdo en todo con lo que diga Yahveh, nuestro Dios, comun canoslo y lo haremos'.


¡Ay, cómo se sienta solitaria Álef la ciudad populosa! Es como una viuda la grande entre las naciones. La princesa entre las provincias está sujeta a tributo.


Pero preservaré de la espada, del hambre y de la peste a un peque o número de entre ellos, para que cuenten todas sus abominaciones en las naciones adonde vayan, y sepan que yo soy Yahveh''.


Aunque ofrezcan regalos de amor a los gentiles, los voy a reunir y cesarán por algún tiempo de ungir reyes y pr ncipes.


Soltaré contra vosotros bestias salvajes, que os arrebatarán vuestros hijos, despedazarán vuestro ganado y os diezmarán, de modo que vuestros caminos quedarán desiertos.


Cuando estaban terminando de comer la hierba de la tierra, dije: '¡Se or Yahveh! ¡Perdona, por favor! ¿Cómo subsistirá Jacob? ¡Es tan peque o!'.


Y si no se abreviaran aquellos d as, nadie se salvar a; pero en atención a los elegidos se abreviarán los d as aquellos.


Respondió Simón: 'Rogad vosotros al Se or por m para que no me sobrevenga nada de lo que habéis dicho'.


Y quedaréis pocos, vosotros que erais tan numerosos como las estrellas del cielo, por no haber escuchado la voz de Yahveh, tu Dios.


Sucederá, pues, que cuanto se complac a Yahveh en haceros bien y en multiplicaros, otro tanto se gozará en destruiros y exterminaros, hasta arrancaros del suelo en cuya posesión vas a entrar.


Yahveh os dispersará entre los pueblos, y sólo quedaréis unos pocos en medio de los pueblos a los que os lleve Yahveh.


Confesaos, pues, los pecados unos a otros; orad unos por otros para ser curados. La oración asidua del justo tiene mucho poder.


Por eso todo el pueblo dijo a Samuel: 'Intercede por tus siervos ante Yahveh, tu Dios, para que no muramos, pues a todos nuestros pecados hemos a adido la maldad de pedir un rey para nosotros'.


Por mi parte, lejos de m el pecar contra Yahveh dejando de interceder por vosotros y de mostraros el camino bueno y recto.


Dijeron entonces los israelitas a Samuel: 'No ceses de clamar por nosotros a Yahveh, nuestro Dios, para que nos salve de la mano de los filisteos'.