Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Jeremías 39:5 - Biblia Castilian 2003

Pero las tropas de los caldeos los persiguieron y dieron alcance a Sedec as en las estepas de Jericó. Lo prendieron y lo llevaron a Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Riblá, en el pa s de Jamat, el cual dictó sentencia contra él.

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Pero el ejército de los caldeos los siguió, y alcanzaron a Sedequías en los llanos de Jericó; y le tomaron, y le hicieron subir a Ribla en tierra de Hamat, donde estaba Nabucodonosor rey de Babilonia, y le sentenció.

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Sin embargo, las tropas babilónicas los persiguieron y alcanzaron a Sedequías en las llanuras de Jericó. Lo capturaron y lo llevaron ante el rey Nabucodonosor de Babilonia, que se encontraba en Ribla, en la tierra de Hamat. Allí el rey de Babilonia dictó sentencia contra Sedequías.

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero las tropas de los caldeos salieron en su persecución y alcanzaron a Sedecías en los llanos de Jericó, lo tomaron preso y lo llevaron a la presencia de Nabucodonosor, que estaba en Ribla, en tierra de Jamat, el cual lo sometió a juicio.

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Pero el ejército de los caldeos los persiguió, y alcanzaron a Sedequías en los llanos de Jericó, y habiéndolo prendido, lo llevaron donde estaba Nabucodonosor rey de Babilonia, a Ribla en tierra de Hamat, y allí lo sentenció.

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero las tropas de los caldeos los persiguieron y dieron alcance a Sedecías en las estepas de Jericó. Lo prendieron y lo llevaron a Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Riblá, en el país de Jamat, el cual dictó sentencia contra él.

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas el ejército de los caldeos los siguió, y alcanzaron a Sedequías en las llanuras de Jericó; y lo tomaron, y lo hicieron subir a Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Ribla, en tierra de Hamat, y lo sentenció.

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Jeremías 39:5
26 Referans Kwoze  

Al enterarse Toú, rey de Jamat, de que David hab a derrotado a todo el ejército de Hadadézer,


El rey de Asiria trajo gente de Babilonia, de Cutá, de Avá, de Jamat y de Sefarváin, y la asentó en las ciudades de Samar a en sustitución de los israelitas. Tomaron posesión de Samar a y se establecieron en sus ciudades.


El Faraón Necó lo mandó encadenar en Riblá, en el pa s de Jamat, para que no reinara en Jerusalén, e impuso al pa s una contribución de cien talentos de plata y un talento de oro.


Apresaron al rey y lo subieron a Riblá, ante el rey de Babilonia, quien dictó sentencia contra él.


Entonces Yahveh hizo que vinieran contra ellos los jefes del ejército del rey de Asiria, quienes prendieron a Manasés con garfios, lo ataron con grillos de bronce y as se lo llevaron a Babilonia.


Todos tus jefes a una cayeron, lejos se escaparon; todos tus bravos cayeron prisioneros a una, sin arco cayeron prisioneros.


Después de esto - oráculo de Yahveh -, entregaré a Sedec as, rey de Judá, a sus servidores y a la gente que en esta ciudad haya sobrevivido a la peste, a la espada y al hambre, en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en mano de sus enemigos y en mano de quienes atentan contra su vida. Él los pasará a filo de espada, sin compadecerse de ellos, sin apiadarse, sin tener misericordia'.


Y de los higos malos, que de tan malos no se pueden comer, as dice Yahveh: 'De la misma manera trataré a Sedec as, rey de Judá, a sus pr ncipes y al resto de Jerusalén, a los que han quedado en este pa s, que a los que residen en el pa s de Egipto.


Pero si no te pasas a los jefes del rey de Babilonia, esta ciudad será entregada en mano de los caldeos, que la incendiarán, y tú no escaparás de su mano'.


Todas tus mujeres y tus hijos serán llevados a los caldeos. Tú no escaparás de su mano, sino que serás apresado por la mano del rey de Babilonia; y a esta ciudad se le prenderá fuego'.


es viento muy fuerte para eso. Viene de mi parte. Ahora voy a pronunciar yo mismo la sentencia contra ellos.


as dice Yahveh: 'Mirad: voy a entregar al Faraón Jofrá, rey de Egipto, en mano de sus enemigos y en mano de quienes atentan contra su vida, como entregué a Sedec as, rey de Judá, en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, enemigo suyo, que atentaba contra su vida''.


Acerca de Damasco. Avergonzadas están Jamat y Arpad porque oyeron una mala noticia; como el mar se agitan, con una inquietud que no se puede calmar.


Desterrada está Judá, en aflicción Gu mel y dura servidumbre; dispersa entre las naciones, no encuentra reposo. Le dieron alcance sus perseguidores, la cercaron de angustias.


Nuestro aliento vital, el ungido de Yahveh, Res fue atrapado en sus fosos: aquel de quien dec amos: 'A su sombra viviremos entre las naciones'.


Vendrán contra ti con caballos, carros y carretas, y toda una coalición de pueblos; se apostarán contra ti por todas partes con rodelas, escudos y cascos. Expondré tu causa delante de ellos, y te juzgarán según sus leyes.


Es espantoso y terrible: impone su ley y su poder como le place.


Subieron, pues, y reconocieron el pa s desde el desierto de Sin hasta Rejob, en dirección a Jamat.


el pa s de los guiblitas, y todo el L bano, al oriente, desde Baal Gad, al pie del monte Hermón, hasta la entrada de Jamat.


Unos cuarenta mil de ellos, equipados para la guerra y prestos al combate, pasaron ante Yahveh, hacia las estepas de Jericó.


Los israelitas acamparon en Guilgal y celebraron la Pascua el d a catorce del mes, al atardecer, en las estepas de Jericó.


los cinco pr ncipes de los filisteos y todos los cananeos, los sidonios y los jiveos que habitan la monta a del L bano, desde el monte Baal Hermón hasta la entrada de Jamat.