Ebedmélec tomó consigo los hombres y entró en el palacio real, al vestuario del tesoro, tomó de all trozos de ropas usadas y rotas, y se los tiró a Jerem as a la cisterna junto con unas cuerdas.
Jeremías 38:12 - Biblia Castilian 2003 El cusita Ebedmélec dijo a Jerem as: 'Ponte estos trozos de ropas usadas y rotas en los sobacos, por debajo de las cuerdas'. Jerem as lo hizo as. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y dijo el etíope Ebed-melec a Jeremías: Pon ahora esos trapos viejos y ropas raídas y andrajosas, bajo los sobacos, debajo de las sogas. Y lo hizo así Jeremías. Biblia Nueva Traducción Viviente Ebed-melec le gritó a Jeremías: «Ponte estos trapos debajo de tus axilas para protegerte de las sogas». Cuando Jeremías estuvo listo, Biblia Católica (Latinoamericana) Ponte estos trapos en los sobacos y pasa las cuerdas por debajo. Jeremías lo hizo, La Biblia Textual 3a Edicion Y Ebed-melec, el etíope, dijo a Jeremías: Ponte ahora esos trapos viejos y ropas raídas y andrajosas bajo los sobacos, debajo de las sogas; y Jeremías lo hizo así. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El cusita Ebedmélec dijo a Jeremías: 'Ponte estos trozos de ropas usadas y rotas en los sobacos, por debajo de las cuerdas'. Jeremías lo hizo así. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el etíope Ebedmelec dijo a Jeremías: Pon ahora esos trapos viejos y ropas raídas y andrajosas bajo tus sobacos, debajo de las sogas. Y lo hizo así Jeremías. |
Ebedmélec tomó consigo los hombres y entró en el palacio real, al vestuario del tesoro, tomó de all trozos de ropas usadas y rotas, y se los tiró a Jerem as a la cisterna junto con unas cuerdas.
Tiraron entonces de Jerem as con las cuerdas y lo subieron de la cisterna. Jerem as quedó en el patio de la guardia.
El cusita Ebedmélec, eunuco residente en el palacio real, oyó que hab an echado a Jerem as en la cisterna. El rey se encontraba entonces en la puerta de Benjam n.
Amaos cordialmente los unos a los otros con el cálido afecto de hermanos. En cuanto a la deferencia, tened por más dignos a los demás.
Sed, por el contrario, amables y compasivos unos con otros y perdonaos mutuamente, como Dios os perdonó en Cristo.