El amo de José prendió a éste y lo metió en la cárcel, en el lugar donde se encerraba a los prisioneros del rey. Y quedó all en prisión.
Jeremías 37:15 - Biblia Castilian 2003 Los jefes se encolerizaron contra Jerem as, lo golpearon y lo metieron en la prisión de la casa de Jonatán, el secretario, convertida en cárcel. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y los príncipes se airaron contra Jeremías, y le azotaron y le pusieron en prisión en la casa del escriba Jonatán, porque la habían convertido en cárcel. Biblia Nueva Traducción Viviente Ellos estaban furiosos con Jeremías y mandaron que lo azotaran y lo encarcelaran en la casa del secretario Jonatán porque la casa de Jonatán había sido convertida en prisión. Biblia Católica (Latinoamericana) Estos, furiosos contra Jeremías, lo golpearon y lo encerraron en casa del secretario Jonatán, que habían convertido en cárcel. La Biblia Textual 3a Edicion Y los príncipes se airaron contra Jeremías, y lo azotaron y lo pusieron en prisión en la casa del escriba Jonatán, pues la habían convertido en cárcel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los jefes se encolerizaron contra Jeremías, lo golpearon y lo metieron en la prisión de la casa de Jonatán, el secretario, convertida en cárcel. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los príncipes se enojaron contra Jeremías, y lo azotaron, y lo pusieron en prisión en la casa de Jonatán, el escriba, porque a esta la habían convertido en cárcel. |
El amo de José prendió a éste y lo metió en la cárcel, en el lugar donde se encerraba a los prisioneros del rey. Y quedó all en prisión.
Asá se irritó contra el vidente y lo puso en prisión, pues sus palabras le hab an indignado Por aquel tiempo, Asá oprimió también a algunos del pueblo.
y decidle: 'As ha ordenado el rey: metedlo en la cárcel y tenedlo a pan y agua con escasa ración, hasta que yo vuelva en paz''.
Yahveh, tú bien conoces todo su plan contra m para matarme. No perdones su iniquidad, no borres de tu presencia su pecado. ¡Sean derribados ante ti! Al tiempo de tu ira actúa contra ellos.
Los pr ncipes y todo el pueblo dijeron entonces a los sacerdotes y a los profetas: 'Este hombre no merece pena de muerte, porque nos ha hablado en nombre de Yahveh, vuestro Dios.
El ejército del rey de Babilonia sitiaba por aquel entonces a Jerusalén, y el profeta Jerem as se hallaba recluido en el patio de la guardia que hab a en el palacio real de Judá,
Ahora escucha, por favor, rey, mi se or. Por favor, que llegue mi súplica ante ti: no me hagas volver a la casa de Jonatán, el secretario, no sea que yo muera all '.
Jerem as iba y ven a en medio del pueblo, pues no lo hab an metido en la cárcel.
tú les dirás: 'He venido a suplicar al rey que no me haga volver a la casa de Jonatán, a morir all ''.
Tomaron, pues, a Jerem as y lo arrojaron en la cisterna de Malqu as, hijo del rey, que hab a en el patio de la guardia. Bajaron a Jerem as con cuerdas. En la cisterna no hab a agua, sino fango, y Jerem as se hundió en el fango.
Mientras Jerem as estaba arrestado en el patio de la guardia, le hab a sido dirigida la palabra de Yahveh en estos términos:
Pero los vi adores echaron mano a los criados y al uno lo apalearon, al otro lo mataron y al otro lo apedrearon.
Mirad, os voy a enviar profetas y sabios y escribas: a unos los mataréis y crucificaréis y a otros los azotaréis en vuestras sinagogas y los perseguiréis de ciudad en ciudad,
Le tapaban la cara y le preguntaban: 'Haz de profeta: ¿quién es el que te ha pegado?'.
Al decir esto Jesús, uno de los guardias que all hab a le dio una bofetada, diciéndole: '¿As respondes al sumo sacerdote?'.
'Os hab amos ordenado severamente que no ense arais en ese nombre, y resulta que habéis llenado Jerusalén con vuestras ense anzas y queréis hacer recaer sobre nosotros la sangre de ese hombre'.
Llamaron a los apóstoles, después de azotarlos les ordenaron que no volvieran a hablar del nombre de Jesús, y los soltaron.
No temas por lo que vas a padecer. Mira: el diablo va a arrojar a algunos de vosotros a la cárcel para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez d as. Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida'.