Doce a os ten a Manasés cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y cinco a os en Jerusalén. Su madre se llamaba Jefs Baj.
Jeremías 32:34 - Biblia Castilian 2003 Pusieron sus abominaciones en el templo sobre el cual se invoca mi nombre, profanándolo, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Antes pusieron sus abominaciones en la casa en la cual es invocado mi nombre, contaminándola. Biblia Nueva Traducción Viviente Levantaron sus ídolos abominables justo en mi propio templo, y así lo profanaron. Biblia Católica (Latinoamericana) Han instalado sus ídolos hasta en la Casa sobre la cual descansa mi Nombre, para ensuciarla. La Biblia Textual 3a Edicion Antes emplazaron sus abominaciones en la Casa en la cual es invocado mi Nombre, y la profanaron. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pusieron sus abominaciones en el templo sobre el cual se invoca mi nombre, profanándolo, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Antes asentaron sus abominaciones en la casa sobre la cual es invocado mi nombre, contaminándola. |
Doce a os ten a Manasés cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y cinco a os en Jerusalén. Su madre se llamaba Jefs Baj.
Hizo sacar la aserá del templo de Yahveh a las afueras de Jerusalén, al torrente Cedrón y all la quemó; la redujo a cenizas y las arrojó en la fosa común de la plebe.
Retiró del templo de Yahveh los dioses extranjeros, el dolo y todos los altares que él mismo hab a edificado en el monte del templo de Yahveh y en Jerusalén, y los arrojó fuera de la ciudad.
Igualmente todos los jefes, los sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus prevaricaciones, siguiendo todas las abominaciones de los pueblos, y contaminaron el templo de Yahveh, que él se hab a consagrado en Jerusalén.
Porque me han abandonado, han enajenado este lugar, han incensado en él a otros dioses que no conocieron ni ellos ni sus padres ni los reyes de Judá, han llenado este lugar de sangre inocente
Profetas y sacerdote son imp os, en mi propia casa encontré su maldad - oráculo de Yahveh -.
Todos tus amantes te olvidaron, no se preocuparon de ti. Como hiere un enemigo te her, con castigo riguroso, por tu gran iniquidad, porque fueron muchos tus pecados.
Vosotros, hoy, os hab ais convertido y hab ais hecho lo que es recto a mis ojos proclamando cada uno la manumisión de su prójimo, pues hab ais concertado un pacto ante m en el templo sobre el cual se invoca mi nombre.
Os envié a su tiempo y sin cesar a todos mis siervos, los profetas, diciendo: 'No hagáis esas cosas abominables que detesto'.
y luego ven s y estáis delante de m en este templo sobre el cual se invoca mi nombre y dec s: '¡Estamos salvados!', para seguir luego cometiendo todas esas abominaciones!
Porque los hijos de Judá han hecho lo que es malo a mis ojos - oráculo de Yahveh -, y han puesto sus dolos en el templo sobre el cual se invoca mi nombre, profanándolo.
Han edificado los altos de Tófet, que está en el valle de Ben Hinón, para quemar en el fuego a sus hijos y a sus hijas, cosa que yo no mandé ni me vino a las mientes.