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Jeremías 29:12 - Biblia Castilian 2003

Entonces, cuando me invoquéis y vengáis a suplicarme, os escucharé;

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

En esos días, cuando oren, los escucharé.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Cuando me invoquen y vengan a suplicarme, yo los escucharé;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y Yo os escucharé.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entonces, cuando me invoquéis y vengáis a suplicarme, os escucharé;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré;

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Jeremías 29:12
20 Referans Kwoze  

Le suplicó, y Dios accedió, oyó su oración y le hizo volver a Jerusalén, a su reino. Entonces reconoció Manasés que Yahveh es Dios.


si en el pa s de los enemigos que los llevaron cautivos se vuelven a ti con todo su corazón y con toda su alma te dirigen sus plegarias vueltos hacia la tierra que diste a sus padres y hacia la ciudad que elegiste y hacia el templo que acabo de edificar a tu nombre,


Tú le invocarás, y él te escuchará; entonces cumplirás tus promesas.


El anhelo de los pobres tú lo sientes, Se or; Tau confórtalos y atiéndelos, vengando los derechos del huérfano y del débil, y no siembre más terror el hombre de la tierra.


Satisface el anhelo de quien le invoca, escucha su gemido y lo socorre.


Invócame en el d a de la angustia: te libraré y tú me darás gloria.


Yahveh, en la angustia te buscamos, murmuramos oraciones cuando tu castigo estaba sobre nosotros.


Y tú, pueblo m o, que estás en Sión, que habitas en Jerusalén, ya no llorarás más; porque tendrá piedad de ti cuando escuche tu gemido, apenas lo oiga, te responderá.


Antes que me llamen, yo responderé; estarán aún hablando y yo escucharé.


Vienen con llanto y los gu o con alivio; los llevo a torrentes de agua, por camino recto, donde no tropiecen, porque soy para Israel un padre y Efra n es mi primogénito'.


llámame y te responderé; te anunciaré cosas grandes e inaccesibles que tú no conoces.


En aquellos d as, en aquel tiempo - oráculo de Yahveh -, vendrán los hijos de Israel y con ellos los hijos de Judá: caminando y llorando vendrán, buscarán a Yahveh, su Dios.


Vosotros, escapados de la espada, marchad, no os paréis; acordaos desde lejos de Yahveh, y tened a Jerusalén en vuestra mente.


'As dice el Se or Yahveh: aun esto dejaré que me pida la casa de Israel y se lo concederé: multiplicar su población como un reba o.


Efra n, ¿qué tiene ya que ver con los dolos? Yo lo escucho y lo protejo. Soy como un ciprés siempre verde; gracias a m se hallará fruto en ti.


Meteré ese tercio en el fuego: los purificaré como se purifica la plata y los probaré como se prueba el oro. Él invocará mi nombre, y yo lo escucharé y diré: 'Éste es mi pueblo'. Y él dirá: 'Yahveh es mi Dios'.'