Jeremías 28:14 - Biblia Castilian 2003 porque Yahveh Sebaot, Dios de Israel, dice as: voy a poner un yugo de hierro sobre el cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia. Y le servirán. Hasta los animales del campo le entrego'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Yugo de hierro puse sobre el cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor rey de Babilonia, y han de servirle; y aun también le he dado las bestias del campo. Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor de los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel, dice: he puesto un yugo de hierro en el cuello de todas estas naciones, y las he sometido a la esclavitud del rey Nabucodonosor de Babilonia. He puesto todo bajo su control, incluso los animales salvajes’”». Biblia Católica (Latinoamericana) Porque así habla Yavé: 'Yo pongo un yugo de hierro al cuello de todas estas naciones para someterlas a Nabucodonosor, rey de Babilonia, para que lo sirvan; a todos los he entregado a Nabucodonosor, hasta los animales del campo. La Biblia Textual 3a Edicion Porque así dice YHVH Sebaot, Dios de Israel: Yo he puesto un yugo de hierro sobre la cerviz de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor rey de Babilonia, y ellas le habrán de servir, incluso las bestias del campo le he dado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 porque Yahveh Sebaot, Dios de Israel, dice así: voy a poner un yugo de hierro sobre el cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia. Y le servirán. Hasta los animales del campo le entrego'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque así dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: Yugo de hierro puse sobre el cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y le servirán; y aun también le he dado las bestias del campo. |
y mándales decir a sus se ores: 'As dice Yahveh Sebaot, Dios de Israel: diréis a vuestros se ores lo siguiente:
Pero la nación y el reino que no se someta a él, a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y no ponga su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia, a esa nación la castigaré por medio de la espada, del hambre y de la peste - oráculo de Yahveh -, hasta que yo la aniquile por su mano.
Y ahora, mira: hoy te libro de las cadenas que hay en tus manos. Si te parece bien venir conmigo a Babilonia, ven, y yo miraré por ti; pero si te parece mal venir conmigo a Babilonia, déjalo. Mira: todo el pa s está delante de ti; vete a donde mejor y más conveniente te parezca'.
Su mano ha entretejido Nun el pesado yugo de mis pecados: lo hace pesar sobre mi cuello, quebranta mis fuerzas. El Se or me entregó en manos de aquellos quienes yo no pod a resistir.
En tus manos ha puesto a los hijos de los hombres, a las bestias del campo y a las aves del cielo en cualquier lugar donde moren y te ha hecho soberano de todos ellos. Tú eres la cabeza de oro.
Era Efra n una novilla domesticada que gustaba de trillar; yo puse un yugo en su hermosa cerviz; unc el yugo a Efra n, Judá tuvo que arar y Jacob que rastrillar.
habrás de servir en hambre y en sed, en desnudez y en privación, al enemigo que Yahveh mandará contra ti y pondrá sobre tu cuello un yugo de hierro, hasta que te extermine.
mientras que a vosotros os tomó Yahveh y os sacó del horno de hierro, de Egipto, para que fuerais el pueblo de su heredad, como lo sois hoy.