Pero quien me escucha morará seguro, vivirá tranquilo, sin miedo a la desdicha.
Jeremías 27:12 - Biblia Castilian 2003 A Sedec as, rey de Judá, le hablé de acuerdo en todo con esas palabras, diciéndole: 'Someted vuestros cuellos al yugo del rey de Babilonia y servidle a él y a su pueblo, y viviréis. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Hablé también a Sedequías rey de Judá conforme a todas estas palabras, diciendo: Someted vuestros cuellos al yugo del rey de Babilonia, y servidle a él y a su pueblo, y vivid. Biblia Nueva Traducción Viviente Después repetí el mismo mensaje al rey Sedequías de Judá: «Si deseas vivir, sométete al yugo del rey de Babilonia y a su pueblo. Biblia Católica (Latinoamericana) A Sedecías, rey de Judá, le hablé en los mismos términos, diciéndole: 'Pongan sus cuellos bajo el yugo del rey de Babilonia, sométanse a él y a su pueblo y vivirán. La Biblia Textual 3a Edicion Y hablé a Sedequías, rey de Judá, conforme a todas estas palabras, diciendo: ¡Someted vuestras cervices bajo el yugo del rey de Babilonia, servidle a él y a su pueblo, y vivid! Biblia Serafín de Ausejo 1975 A Sedecías, rey de Judá, le hablé de acuerdo en todo con esas palabras, diciéndole: 'Someted vuestros cuellos al yugo del rey de Babilonia y servidle a él y a su pueblo, y viviréis. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y hablé también a Sedequías, rey de Judá conforme a todas estas palabras, diciendo: Someted vuestros cuellos al yugo del rey de Babilonia, y servidle a él y a su pueblo, y vivid. |
Pero quien me escucha morará seguro, vivirá tranquilo, sin miedo a la desdicha.
Tendrás que soltar tu mano de la herencia que te hab a dado, y te haré esclavo de tus enemigos en un pa s que no conoces; pues fuego se ha encendido en mi ira que arderá eternamente.
Quien se quede en esta ciudad morirá a espada, de hambre o de peste; quien salga y se entregue a los caldeos que os asedian, vivirá y tendrá su vida por bot n.
Pero la nación y el reino que no se someta a él, a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y no ponga su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia, a esa nación la castigaré por medio de la espada, del hambre y de la peste - oráculo de Yahveh -, hasta que yo la aniquile por su mano.
En este mismo a o, al principio del reinado de Sedec as, el a o cuarto en el quinto mes, el profeta Janan as, hijo de Azur, de Gabaón, me habló en el templo de Yahveh en presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo diciéndome:
'As dice Yahveh Sebaot, Dios de Israel: voy a romper el yugo del rey de Babilonia.
Y Jerem as dijo a Sedec as: 'As dice Yahveh, Dios Sebaot, Dios de Israel: si te pasas voluntariamente a los jefes del rey de Babilonia, salvarás tu vida, y esta ciudad no será quemada por el fuego; vivirás tú y los de tu casa.
No temáis ante el rey de Babel, al que tanto miedo tenéis. No le temáis - oráculo de Yahveh -, pues con vosotros estoy yo para salvaros y para libraros de su mano.