Quien se quede en esta ciudad morirá a espada, de hambre o de peste; quien salga y se entregue a los caldeos que os asedian, vivirá y tendrá su vida por bot n.
Jeremías 27:11 - Biblia Castilian 2003 Pero a la nación que someta su cuello al yugo del rey de Babilonia y le sirva, la dejaré tranquila en su pa s - oráculo de Yahveh -, para que lo cultive y lo habite'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mas a la nación que sometiere su cuello al yugo del rey de Babilonia y le sirviere, la dejaré en su tierra, dice Jehová, y la labrará y morará en ella. Biblia Nueva Traducción Viviente pero al pueblo de toda nación que se someta al rey de Babilonia se le permitirá permanecer en su propio país para cultivar la tierra como siempre. ¡Yo, el Señor, he hablado!’”». Biblia Católica (Latinoamericana) Pero a la nación que doble su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia y le obedezca, la dejaré tranquila en su suelo, dice Yavé, y lo cultivará y vivirá en él. La Biblia Textual 3a Edicion Pero la nación que someta su cerviz bajo el yugo del rey de Babilonia y le sirva, Yo haré que permanezca en su propia tierra, dice YHVH, y la labrará y habitará en ella. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero a la nación que someta su cuello al yugo del rey de Babilonia y le sirva, la dejaré tranquila en su país -oráculo de Yahveh-, para que lo cultive y lo habite'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero a las naciones que sometieren su cuello al yugo del rey de Babilonia, y le sirvieren, las dejaré en su tierra, dice Jehová, y la labrarán, y morarán en ella. |
Quien se quede en esta ciudad morirá a espada, de hambre o de peste; quien salga y se entregue a los caldeos que os asedian, vivirá y tendrá su vida por bot n.
A Sedec as, rey de Judá, le hablé de acuerdo en todo con esas palabras, diciéndole: 'Someted vuestros cuellos al yugo del rey de Babilonia y servidle a él y a su pueblo, y viviréis.
Pero la nación y el reino que no se someta a él, a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y no ponga su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia, a esa nación la castigaré por medio de la espada, del hambre y de la peste - oráculo de Yahveh -, hasta que yo la aniquile por su mano.
'As dice Yahveh: quien se quede en esta ciudad morirá a espada, de hambre o de peste. Quien se pase a los caldeos, vivirá; tendrá su vida por bot n, pues seguirá viviendo.
As dice el Se or Yahveh: 'Cuando yo recoja a la casa de Israel de los pueblos por donde anda dispersa, manifestaré en ella mi santidad a los ojos de las naciones y residirán en el pa s que entregué a mi siervo Jacob.