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Jeremías 26:11 - Biblia Castilian 2003

Los sacerdotes y los profetas hablaron entonces a los pr ncipes en estos términos: 'Este hombre es reo de muerte, pues ha profetizado contra esta ciudad, como habéis o do con vuestros propios o dos'.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Entonces hablaron los sacerdotes y los profetas a los príncipes y a todo el pueblo, diciendo: En pena de muerte ha incurrido este hombre; porque profetizó contra esta ciudad, como vosotros habéis oído con vuestros oídos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Los sacerdotes y los profetas presentaron sus acusaciones a los funcionarios y al pueblo. «¡Este hombre debe morir! —dijeron—. Ustedes han escuchado con sus propios oídos lo traidor que es, porque ha profetizado contra esta ciudad».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los sacerdotes y los profetas dijeron a los jefes y a todo el pueblo: 'Este hombre merece la muerte porque ha hablado de parte de Yavé contra esta ciudad, como ustedes mismos lo han escuchado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces los sacerdotes y los profetas hablaron a los príncipes y a todo el pueblo, diciendo: ¡Este hombre es digno de muerte, porque ha profetizado contra esta ciudad, como habéis oído con vuestros propios oídos!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Los sacerdotes y los profetas hablaron entonces a los príncipes en estos términos: 'Este hombre es reo de muerte, pues ha profetizado contra esta ciudad, como habéis oído con vuestros propios oídos'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces hablaron los sacerdotes y los profetas a los príncipes y a todo el pueblo, diciendo: En pena de muerte ha incurrido este hombre; porque profetizó contra esta ciudad, como vosotros habéis oído con vuestros oídos.

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Lòt tradiksyon



Jeremías 26:11
13 Referans Kwoze  

Yahveh, tú bien conoces todo su plan contra m para matarme. No perdones su iniquidad, no borres de tu presencia su pecado. ¡Sean derribados ante ti! Al tiempo de tu ira actúa contra ellos.


Los pr ncipes y todo el pueblo dijeron entonces a los sacerdotes y a los profetas: 'Este hombre no merece pena de muerte, porque nos ha hablado en nombre de Yahveh, vuestro Dios.


Los jefes dijeron al rey: 'Hay que matar a este hombre, porque de este modo debilita las manos de los combatientes que quedan en esta ciudad y las manos de toda la población, diciéndoles semejantes cosas. Es claro que este hombre no busca el bien de este pueblo, sino el mal'.


¿Qué os parece?'. Ellos contestaron: 'Es reo de muerte'.


Le respondieron: 'Si éste no fuera un malhechor, no te lo habr amos entregado'.


Respondiéronle los jud os: 'Nosotros tenemos una ley y según esa ley debe morir, porque se ha declarado Hijo de Dios'.


Le escucharon hasta esta palabra. Pero en este punto levantaron la voz, diciendo: '¡Quita del mundo a este tipo, que no merece vivir!'.


Pero el profeta que osare decir en mi nombre cosas que yo no he mandado, o hable en nombre de otros dioses, ese profeta morirá'.


Dijeron, pues, los hombres de la ciudad a Joás: 'Sácanos a tu hijo para que muera, pues ha derribado el altar de Baal y talado la aserá que estaba junto a él'.