Ha dicho el Dios de Israel, la roca de Israel me ha hablado: 'Quien gobierna a los hombres con justicia, quien gobierna en el temor de Dios,
Jeremías 23:5 - Biblia Castilian 2003 Mirad que vienen d as - oráculo de Yahveh -, en que suscitaré a David un germen justo que reinará como rey, obrará con prudencia y practicará el derecho y la justicia en el pa s. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. Biblia Nueva Traducción Viviente »Pues se acerca la hora —dice el Señor—, cuando levantaré a un descendiente justo del linaje del rey David. Él será un rey que gobernará con sabiduría; hará lo justo y lo correcto por toda la tierra. Biblia Católica (Latinoamericana) Así dice Yavé: 'Llega el día en que yo haré surgir un hijo de David que se portará como rey justo y prudente. La Biblia Textual 3a Edicion He aquí, vienen días, dice YHVH, En que levantaré a David un renuevo justo; Y reinará y obrará prudentemente, Y hará juicio y justicia en la tierra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mirad que vienen días -oráculo de Yahveh-, en que suscitaré a David un germen justo que reinará como rey, obrará con prudencia y practicará el derecho y la justicia en el país. Biblia Reina Valera Gómez (2023) He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales levantaré a David un Renuevo justo, y un Rey reinará y prosperará, y hará juicio y justicia en la tierra. |
Ha dicho el Dios de Israel, la roca de Israel me ha hablado: 'Quien gobierna a los hombres con justicia, quien gobierna en el temor de Dios,
Ce irte de espada sobre el muslo de guerrero es tu brillo y tu esplendor.
Vuelve, pues, oh Dios de los ejércitos, observa desde el cielo y considera. Atiende a esta vid,
y tu vigor de rey que quiere la justicia: tú estableces el juicio en equidad y ejecutas la justicia con Jacob.
Excelso es Yahveh, que mora en lo alto; colma a Sión de equidad y de justicia.
Aquel d a el brote de Yahveh será hermosura y gloria; y el fruto del pa s, honor y esplendor para los supervivientes de Israel.
Yo, Yahveh, te llamé en justicia, te tomo de la mano, te formo y te destino para alianza del pueblo, para luz de las naciones,
diciendo: 'Sólo en Yahveh están los actos justos y la fuerza''. A Él vendrán avergonzados todos los que se irritaban contra Él.
Plugo a Yahveh aplastarlo con dolencias. Ofreció su vida como sacrificio expiatorio, verá descendencia, prolongará sus d as; y el querer de Yahveh se logrará por su mano.
Creció como un pimpollo ante él, como una ra z en tierra seca. No ten a forma ni belleza para que nos fijáramos en él, ni aspecto para que le apreciáramos;
Porque nos ha nacido un ni o, se nos ha dado un hijo, que lleva al hombro el principado y es su nombre: Consejero Portentoso, Héroe Divino, Padre Sempiterno, Pr ncipe de paz.
Para aumento del principado y para una paz sin fin, sobre el trono de David se sentará y sobre su reino, para consolidarlo y apoyarlo en derecho y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Yahveh Sebaot lo hará.
¿Acaso eres rey para apasionarte por el cedro? ¿No comió y bebió tu padre? Pero practicó el derecho y la justicia, y as le fue bien.
As dice Yahveh: practicad el derecho y la justicia, liberad al oprimido de la mano del opresor, no molestéis ni oprimáis al forastero, al huérfano ni a la viuda, y no derraméis sangre inocente en este lugar.
En sus d as se salvará Judá, e Israel morará seguro. Éste es el nombre con que lo llamarán: 'Yahveh, nuestra justicia'.
Porque yo sé los planes que tengo trazados acerca de vosotros - oráculo de Yahveh -, planes de bienestar y no de desgracia, de daros un porvenir y una esperanza.
Porque mira que vienen d as - oráculo de Yahveh - en que cambiaré la suerte de mi pueblo, Israel y Judá, dice Yahveh, y lo volveré al pa s que di a sus padres para que lo poseyeran'.
Mirad que vienen d as - oráculo de Yahveh -, en que sembraré la casa de Israel y la casa de Judá con simiente de hombres y con simiente de animales.
En su mano derecha está el oráculo: '¡A Jerusalén!', para abrir la boca para la matanza, lanzar el grito de guerra, poner arietes contra las puertas, levantar un terraplén y construir un baluarte.
Yo mismo buscaré las perdidas, traeré las descarriadas, vendaré a las heridas, curaré a las enfermas, vigilaré a las gordas y robustas y las apacentaré como es debido'.
Haré brotar para ellos un plant o famoso, de modo que no volverán a ser consumidos por el hambre en el pa s, ni tendrán que soportar más el ultraje de las naciones.
del pa s. Ésta será su posesión en Israel, y as mis pr ncipes no oprimirán más a mi pueblo, sino que entregarán el resto del pa s a la casa de Israel, según sus tribus.'
Setenta semanas están decretadas sobre tu pueblo y tu ciudad santa, para poner fin a la transgresión, para sellar el pecado, para expiar la iniquidad, para traer la eterna justicia, para sellar la visión y al profeta, para ungir al santo de los santos.
Después se convertirán los hijos de Israel, buscarán a Yahveh, su Dios, y a David, su rey, y acudirán temerosos a Yahveh y a sus bienes, al fin de los tiempos.
Aquel d a levantaré la caba a ca da de David: repararé sus brechas y reconstruiré sus ruinas; la restableceré como en los d as de anta o,
Él se mantendrá firme, pastoreará con el poder de Yahveh y con la majestad del nombre de Yahveh su Dios. Ellos vivirán seguros, porque entonces extenderá su poder hasta los confines de la tierra.
Escucha, pues, sumo sacerdote Josué, tú y los compa eros que se sientan en tu presencia, pues son hombres de presagio: mirad que haré venir a mi siervo Germen.
Salta de gozo, hija de Sión, da gritos de júbilo, hija de Jerusalén. Mira a tu rey que viene a ti: es justo y victorioso, humilde, montado en un asno, en un pollino, hijo de un asna.
preguntando: '¿Dónde está el rey de los jud os que ha nacido? Porque hemos visto su estrella en Oriente y venimos a adorarlo'.
Felipe se encuentra con Natanael y le dice: 'Hemos encontrado a aquel de quien escribieron Moisés, en la ley, y los profetas: a Jesús, hijo de José, el de Nazaret'.
Natanael le respondió: ' Rabb, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el rey de Israel'.
De Dios viene el que vosotros estéis en Cristo Jesús, el cual, por iniciativa de Dios, se hizo nuestra sabidur a, como también justicia, santificación y redención.
Pero Dios los reprende cuando dice: Mirad que llegarán d as - dice el Se or - en que llevaré a cabo una nueva alianza con la casa de Israel y la casa de Judá.
Vi entonces el cielo abierto y apareció un caballo blanco. Su jinete se llama 'fiel y veraz', porque juzga y hace guerra según justicia.