Pensé: 'No me acordaré más de él, no hablaré más en su nombre'. Pero hab a en mi corazón como un fuego abrasador, encerrado en mis huesos; me esforzaba en contenerlo, pero no pod a.
Jeremías 23:29 - Biblia Castilian 2003 ¿No es como fuego mi palabra - oráculo de Yahveh -, y como martillo que tritura la piedra? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿No quema mi palabra como el fuego? —dice el Señor—. ¿No es como un martillo poderoso que hace pedazos una roca? Biblia Católica (Latinoamericana) ¿No es mi palabra como fuego que quema o como martillo que rompe la roca? La Biblia Textual 3a Edicion ¿No es mi palabra como fuego, dice YHVH, Y como un martillo que rompe la piedra en pedazos? Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿No es como fuego mi palabra -oráculo de Yahveh-, y como martillo que tritura la piedra? Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿No es mi palabra como el fuego, dice Jehová, y como un martillo que despedaza la roca? |
Pensé: 'No me acordaré más de él, no hablaré más en su nombre'. Pero hab a en mi corazón como un fuego abrasador, encerrado en mis huesos; me esforzaba en contenerlo, pero no pod a.
(14a) Por eso, as dice Yahveh el Dios Sebaot: (13b) As se les hará (14b) por haber dicho tal cosa: yo haré de mis palabras fuego en tu boca, y este pueblo será la le a que aquél devorará.
Por eso los her por medio de los profetas, los maté con las palabras de mi boca, y mi juicio apareció como la luz.
Se dec an el uno al otro: '¿Verdad que dentro de nosotros ard a nuestro corazón cuando nos ven a hablando por el camino y nos explicaba las Escrituras?'.
Es el esp ritu el que da vida, la carne de nada sirve. Las palabras que yo os he dicho son esp ritu y son vida.
Y vieron que sobre cada uno de ellos se posaban sendas lenguas como de fuego.
Al o r esto, se dolieron de corazón y dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: '¿Qué tendr amos que hacer, hermanos?'.
en éstos, fragancia que lleva de muerte a muerte, en aquéllos, fragancia que lleva de vida a vida. Y para esto, ¿quién está capacitado?
Porque la palabra de Dios es viva y activa, y más tajante que una espada de dos filos: penetra hasta la división de alma y esp ritu, de articulaciones y tuétanos, y discierne las intenciones y pensamientos del corazón.
Si alguien pretende causarles mal, saldrá fuego de la boca que devorará a sus enemigos. Si alguien pretende causarles mal, morirá sin remedio.