El rey de Egipto proclamó rey de Judá y de Jerusalén a Eliaqu n, hermano de Joacaz, cambiándole el nombre por el de Joaqu n. En cuanto a su hermano Joacaz, Necó se apoderó de él y se lo llevó a Egipto.
Jeremías 22:13 - Biblia Castilian 2003 ¡Ay de quien construye su casa sin justicia y sus habitaciones superiores sin derecho, obliga a trabajar a su prójimo de balde sin pagarle su salario! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¡Ay del que edifica su casa sin justicia, y sus salas sin equidad, sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de su trabajo! Biblia Nueva Traducción Viviente Y el Señor dice: «¡Qué aflicción le espera a Joacim, que edifica su palacio con trabajo forzado! Construye las paredes a base de injusticia, porque obliga a sus vecinos a trabajar, y no les paga por su trabajo. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Pobre de aquel que edifica su casa con abusos, y levanta sus pisos sobre la injusticia! ¡Pobre de aquel que se aprovecha de su prójimo y lo hace trabajar sin pagarle su salario! La Biblia Textual 3a Edicion ¡Ay del que edifica su casa con injusticia, Y sus aposentos altos sin equidad, Que exige el servicio de su prójimo de balde, Y no le da la paga de su trabajo! Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Ay de quien construye su casa sin justicia y sus habitaciones superiores sin derecho, obliga a trabajar a su prójimo de balde sin pagarle su salario! Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¡Ay del que edifica su casa y no en justicia, y sus salas y no en juicio, sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de su trabajo! |
El rey de Egipto proclamó rey de Judá y de Jerusalén a Eliaqu n, hermano de Joacaz, cambiándole el nombre por el de Joaqu n. En cuanto a su hermano Joacaz, Necó se apoderó de él y se lo llevó a Egipto.
Veinticinco a os ten a Joaqu n cuando comenzó a reinar, y reinó once a os en Jerusalén. Hizo lo que es malo a los ojos de Yahveh, su Dios.
¡Ay de quienes juntan casa con casa y unen campo con campo hasta no dejar sitio y habitar ellos solos en medio del pa s!
Perdiz que empolla lo que no ha puesto es quien adquiere riquezas sin justicia; a la mitad de sus d as tendrá que dejarlas, y a la postre será como un necio.
Por eso, as dice Yahveh acerca de Joaqu n, hijo de Jos as, rey de Judá: ¡Ay de este hombre! No se lamentarán por él, diciendo: '¡Ay, hermano m o!', o: '¡Ay, hermana m a!'. No se lamentarán por él: '¡Ay, Se or!', o: '¡Ay su majestad!'.
No oprimirás a tu prójimo ni lo despojarás. No dormirá contigo, hasta la ma ana siguiente, el salario de tu jornalero.
¡Ay de quien construye una villa con sangre, de quien fundamenta una ciudad con cr menes!
Me llegaré a vosotros para el juicio y seré un testigo irrefutable contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran en falso, contra los que defraudan el jornal del jornalero, avasallan a la viuda y al huérfano y oprimen al forastero mostrando as que no me temen - dice Yahveh Sebaot -.
Mirad: el jornal que habéis escamoteado a los obreros que segaron vuestros campos está clamando y los clamores de los segadores han llegado a los o dos del Se or de los ejércitos.