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Jeremías 20:11 - Biblia Castilian 2003

Pero Yahveh está conmigo como guerrero potente, por eso mis perseguidores tropezarán y nada podrán; están totalmente avergonzados porque nada consiguen: ignominia eterna que no podrá olvidarse.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán; tendrán perpetua confusión que jamás será olvidada.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

No obstante, el Señor está a mi lado como un gran guerrero; ante él mis perseguidores caerán. No pueden derrotarme. Fracasarán y serán totalmente humillados; nunca se olvidará su deshonra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero Yavé está conmigo, él, mi poderoso defensor; los que me persiguen no me vencerán. Caerán ellos y tendrán la vergüenza de su fracaso, y su humillación no se olvidará jamás.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero YHVH está conmigo como poderoso gigante. Mis perseguidores tropezarán y no prevalecerán contra mí. Sentirán la confusión de su fracaso, Su vergüenza eterna, que jamás será olvidada.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero Yahveh está conmigo como guerrero potente, por eso mis perseguidores tropezarán y nada podrán; están totalmente avergonzados porque nada consiguen: ignominia eterna que no podrá olvidarse.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero Jehová está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezarán y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán; tendrán confusión perpetua que jamás será olvidada.

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Lòt tradiksyon



Jeremías 20:11
25 Referans Kwoze  

harto, desde mi juventud, me han oprimido, mas no han podido contra m.


Confundidos se vean y burlados cuantos gozan de mi mal; que se cubran de afrenta y confusión los que se engr en contra m.


Ten a bien, oh Dios, salvarme, date, Se or, prisa en mi ayuda.


Batid palmas, pueblos todos, aclamad al Se or con voces de alegr a.


Yahveh oye mi súplica y acoge mi plegaria.


Dichoso el que tú eliges, y que atraes a morar en tus atrios: nos saciaremos de los bienes de tu casa y de las ofrendas santas de tu templo.


Venid a contemplar las gestas del Se or, tus temibles prodigios en favor de los hombres.


no temas, que yo estoy contigo; no te asustes, que yo soy tu Dios. Te fortalezco y te ayudo, te sostengo con mi diestra salvadora.


No temas, gusanillo de Jacob, larva de Israel. 'Yo te ayudo', dice Yahveh; tu redentor es el Santo de Israel.


Quedarán avergonzados y abochornados todos ellos a la vez; caminarán con ignominia los fabricantes de simulacros.


Pues mira que hoy te convierto en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce contra todo este pa s: contra los reyes de Judá y sus jefes, contra sus sacerdotes y el pueblo de esta tierra.


Te combatirán, pero no podrán contigo, porque contigo estoy yo - oráculo de Yahveh - para salvarte.


No tengas miedo ante ellos, pues contigo estoy yo para salvarte - oráculo de Yahveh -.


Tú lo sabes, Yahveh: acuérdate de m y cu dame, véngame de mis perseguidores. No me dejes perecer a causa de tu paciencia, sabe que por ti soporto ultrajes.


Pues te pongo frente a este pueblo como muro de bronce inquebrantable: te combatirán, pero no te podrán; pues contigo estoy yo para salvarte y librarte - oráculo de Yahveh -.


Véanse avergonzados mis perseguidores, pero no sea yo avergonzado; sean aterrorizados ellos, pero no sea yo aterrorizado. Trae sobre ellos el d a de la desgracia y destrúyelos con doble destrucción.


A todos tus pastores los apacentará el viento, y los amantes irán al cautiverio; entonces, s, sentirás vergüenza y sonrojo de toda tu maldad.


y os cubriré de oprobio eterno y de ignominia eterna, que jamás se olvidará'.


concedes misericordia a millares, pero haces pagar la culpa de los padres a cuenta de los hijos que vienen después de ellos, tú, Dios grande, fuerte, cuyo nombre es Yahveh Sebaot,


Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra despertarán: éstos, para la vida eterna, aquéllos, para el oprobio, para el horror eterno.


¿Qué más decir? Si Dios está por nosotros, ¿quién contra nosotros?


Pero el Se or me asistió y me dio fuerzas, de tal manera que, por mi medio, hubo una plena proclamación de la palabra y llegó a o dos de todos los gentiles; y yo mismo fui librado de las fauces del león.