Jeremías 17:18 - Biblia Castilian 2003 Véanse avergonzados mis perseguidores, pero no sea yo avergonzado; sean aterrorizados ellos, pero no sea yo aterrorizado. Trae sobre ellos el d a de la desgracia y destrúyelos con doble destrucción. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Avergüéncense los que me persiguen, y no me avergüence yo; asómbrense ellos, y yo no me asombre; trae sobre ellos día malo, y quebrántalos con doble quebrantamiento. Biblia Nueva Traducción Viviente Haz que se avergüencen y se desalienten todos los que me persiguen, pero no dejes que sea yo el avergonzado y el desalentado. Haz que caiga sobre ellos un día de terror. ¡Sí, haz que caiga sobre ellos doble destrucción! Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Que sean humillados mis perseguidores y no yo; que ellos tiemblen de miedo, no yo! Desata sobre ellos todas las calamidades, aplástalos bien aplastados. La Biblia Textual 3a Edicion Avergüéncense quienes me persiguen, Pero no sea yo avergonzado, Sientan terror ellos y no yo; Trae sobre ellos el día malo, Y destrúyelos con doble destrucción. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Véanse avergonzados mis perseguidores, pero no sea yo avergonzado; sean aterrorizados ellos, pero no sea yo aterrorizado. Trae sobre ellos el día de la desgracia y destrúyelos con doble destrucción. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Sean avergonzados los que me persiguen, y no sea avergonzado yo; sean asombrados ellos, y no sea asombrado yo: trae sobre ellos el día del mal, y destrúyelos con doble destrucción. |
Confundidos se vean y humillados los que buscan mi vida, retrocedan en deshonra los que fraguan mi mal.
Que la ruina imprevista los sorprenda, en las redes que tienden sean cogidos, y en la fosa que excavan caigan ellos.
As pues, c ete la cintura, levántate y diles todo lo que te mando. No tengas miedo ante ellos, no sea que yo te haga temerlos.
Yahveh Sebaot, juez justo, que sondeas el corazón y las entra as, vea yo tu venganza contra ellos, pues a ti encomiendo mi causa.
Yahveh, tú me conoces, me ves, sabes que mi corazón está contigo. Sepáralos como ovejas para el matadero, conságralos para el d a de la matanza.
Les dirás esta palabra: Vierten lágrimas mis ojos noche y d a y no cesan, porque por un gran quebranto está quebrantada la virgen, hija de mi pueblo, por un golpe del todo incurable.
Por eso quiero pagar su iniquidad y su pecado con el doble, porque han profanado mi pa s con los cadáveres de sus dolos y han llenado mi heredad con sus abominaciones.
¡Yahveh, esperanza de Israel! Todos los que te abandonan serán confundidos, los que de ti se apartan serán inscritos en el polvo, porque abandonaron a Yahveh, fuente de aguas vivas.
Yo no insist en ser pastor a tu servicio, ni el d a fatal lo deseé. Tú lo sabes: lo que salió de mis labios delante de tu presencia está.
Yahveh me dijo as: ve a ponerte a la puerta de los hijos del pueblo, por la que entran y salen los reyes de Judá, y en todas las puertas de Jerusalén,
Pero Yahveh está conmigo como guerrero potente, por eso mis perseguidores tropezarán y nada podrán; están totalmente avergonzados porque nada consiguen: ignominia eterna que no podrá olvidarse.
Bendice, Yahveh, sus riquezas y acepta la obra de sus manos; hiere las espaldas de sus adversarios y de los que le odian. ¡Que jamás vuelvan a ponerse en pie!'.
Como ella hizo, haced con ella, pagadle el doble sus obras. Mezcladle en su copa el doble de lo que ella mezcló.