A Jezabel la devorarán los perros en el valle de Yizreel, y no habrá quien la sepulte'. Abrió luego la puerta y escapó.
Jeremías 16:4 - Biblia Castilian 2003 morirán de enfermedades angustiosas, no serán llorados ni enterrados, sino que servirán de estiércol sobre la superficie de la tierra. Perecerán a espada y de hambre y sus cadáveres serán pasto de las aves del cielo y de las fieras de la tierra'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 De dolorosas enfermedades morirán; no serán plañidos ni enterrados; serán como estiércol sobre la faz de la tierra; con espada y con hambre serán consumidos, y sus cuerpos servirán de comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra. Biblia Nueva Traducción Viviente morirán de enfermedades terribles. Nadie llorará por ellos ni tampoco los enterrarán, sino que yacerán dispersos sobre el suelo como si fueran estiércol. Morirán por la guerra y morirán de hambre, y sus cuerpos serán comida para los buitres y los animales salvajes». Biblia Católica (Latinoamericana) Todos morirán miserablemente, sin que ni siquiera los lloren ni los sepulten. Sus cadáveres se pudrirán sobre la tierra y servirán de comida para las aves de rapiña y para las fieras. La Biblia Textual 3a Edicion Morirán de muerte cruel. No serán llorados ni sepultados: serán como estiércol sobre el campo. Serán consumidos por la espada y el hambre, y sus cadáveres serán pasto de las aves de los cielos y de las bestias de la tierra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 morirán de enfermedades angustiosas, no serán llorados ni enterrados, sino que servirán de estiércol sobre la superficie de la tierra. Perecerán a espada y de hambre y sus cadáveres serán pasto de las aves del cielo y de las fieras de la tierra'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) De dolorosas enfermedades morirán; no serán plañidos ni sepultados; serán como estiércol sobre la faz de la tierra; y serán consumidos por la espada y por hambre, y sus cadáveres servirán de comida para las aves del cielo y para las bestias de la tierra. |
A Jezabel la devorarán los perros en el valle de Yizreel, y no habrá quien la sepulte'. Abrió luego la puerta y escapó.
Haz con ellos igual que con Madián, como con S sara y Yabin, en el valle del Quisón,
Serán abandonados todos juntos a los buitres de los montes y a las fieras de la tierra, para que los buitres veraneen sobre ellos y todas las fieras de la tierra inviernen sobre ellos.
Por eso se encendió la ira de Yahveh contra su pueblo, tendió su mano contra él y lo hirió. Temblaron las monta as. Los cadáveres fueron como basura en medio de las calles. Y ni aun as se calmó su ira, y su mano está todav a extendida.
Pues voy a frustrar el plan de Judá y de Jerusalén en este lugar, haciéndolos caer a espada ante sus enemigos y a mano de quienes atentan contra su vida y dando sus cadáveres como pasto a las aves del cielo y a las fieras de la tierra.
y heriré a los habitantes de esta ciudad, hombres y animales, que morirán de una gran epidemia.
Habrá v ctimas de Yahveh en aquel d a de un extremo a otro de la tierra; no serán llorados ni recogidos ni enterrados; servirán de estiércol sobre la superficie de la tierra.
Por eso, as dice Yahveh: 'Vosotros no me habéis escuchado, al proclamar cada uno la manumisión de su hermano y de su prójimo. Pues mirad: yo voy a proclamar contra vosotros la manumisión - oráculo de Yahveh - para la espada, la peste y el hambre, convirtiéndoos en el terror de todos los reinos de la tierra.
los entregaré en mano de sus enemigos y en mano de quienes atentan contra su vida; y sus cadáveres serán pasto de las aves del cielo y de las bestias de la tierra.
Por eso, as dice Yahveh acerca de Joaqu n, rey de Judá: no tendrá descendiente que se siente en el trono de David; su cadáver quedará tirado al calor durante el d a y al fr o durante la noche.
Voy a quitar de en medio al resto de Judá, a aquellos que decidieron entrar en el pa s de Egipto y residir en él. Perecerán todos; caerán en el pa s de Egipto; desde el más peque o hasta el más grande serán consumidos por la espada y por el hambre; morirán a espada y de hambre, y se convertirán en execración, horror, maldición y oprobio.
Mirad: voy a velar por ellos para desgracia y no para felicidad, pues todos los hombres de Judá que están en el pa s de Egipto serán consumidos por la espada y por el hambre hasta su aniquilamiento.
El cadáver de este pueblo servirá de alimento a las aves del cielo y a las bestias de la tierra, sin que nadie las espante.
As dice Yahveh: 'No se ufane de su sabidur a el sabio, no se ufane de su valent a el valiente, no se ufane de su riqueza el rico,
Más dichosos fueron los muertos a espada Tet que los muertos de hambre, que se consumen extenuados, por falta de alimento.
'Di a la casa de Israel: as dice el Se or Yahveh: mirad: voy a profanar mi santuario, orgullo de vuestra potencia, encanto de vuestros ojos, y anhelo de vuestras almas; y vuestros hijos y vuestras hijas, los que habéis dejado, caerán a espada'.
'Una tercera parte de tus habitantes morirá de peste y perecerá de hambre dentro de ti; otra tercera parte caerá a espada en tus alrededores; y esparciré la otra tercera parte a todos los vientos, desenvainando la espada tras ellos.
Pondré a los hombres en aprieto y caminarán como ciegos, porque pecaron contra Yahveh; su sangre será esparcida como polvo, su carne como estiércol.
Yahveh te herirá de consunción, de fiebre, de inflamación, de gangrena, de sequ a, de mildiu y de tizón, que te perseguirán hasta exterminarte.
Tu cadáver será pasto de todas las aves del cielo y de todas las bestias de la tierra, y no habrá nadie que las espante.