Jeremías 15:8 - Biblia Castilian 2003 Sus viudas, por causa m a, son más numerosas que la arena del mar. He tra do contra esta madre de jóvenes guerreros un devastador al mediod a; eché sobre ella de repente terror y espanto. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Sus viudas se me multiplicaron más que la arena del mar; traje contra ellos destruidor a mediodía sobre la madre y sobre los hijos; hice que de repente cayesen terrores sobre la ciudad. Biblia Nueva Traducción Viviente Habrá más viudas que granos de arena a la orilla del mar. Traeré al destructor al mediodía contra las madres de los jóvenes. Súbitamente haré que caigan sobre ellas la angustia y el terror. Biblia Católica (Latinoamericana) Sus viudas son más numerosas que las arenas del mar. He dejado caer al salteador, en pleno día, sobre las madres de los jóvenes guerreros; de repente, se han apoderado de ellas el miedo y el terror. La Biblia Textual 3a Edicion Sus viudas me serán más que la arena del mar; Traeré contra madres e hijos al devastador, Que devastará en pleno día, Y súbitamente haré caer sobre ellos la angustia y el espanto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sus viudas, por causa mía, son más numerosas que la arena del mar. He traído contra esta madre de jóvenes guerreros un devastador al mediodía; eché sobre ella de repente terror y espanto. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Sus viudas se multiplicaron más que la arena de los mares; traje contra ellos destructor a mediodía sobre la madre y los hijos; le hice caer de repente sobre ellos, y terrores sobre la ciudad. |
Se lamentarán y gemirán sus puertas, y tú, desolada, te sentarás en tierra.
Siete mujeres se asirán de un hombre, aquel d a, diciendo: 'Nuestro pan comeremos, nuestro vestido vestiremos; déjanos sólo llevar tu nombre, quita nuestro oprobio'.
Pues as dice Yahveh acerca de los hijos y de las hijas que nazcan en este lugar, acerca de las madres que los dan a luz y acerca de los padres que en este pa s los engendran:
Por eso, entrega sus hijos al hambre, y vuélcalos en manos de la espada. ¡Sean sus mujeres privadas de hijos y viudas! ¡Sean sus maridos muertos por la peste! ¡Sean sus jóvenes heridos por la espada en la batalla!
Preparo contra ti destructores, cada uno con sus armas; cortarán tus cedros más selectos y los arrojarán al fuego.
Avisad a las naciones: '¡Aqu está!'. Proclamad en Jerusalén: 'Centinelas llegan de un pa s lejano y dan voces contra las ciudades de Judá'.
Por eso los va a herir el león de la selva, el lobo de la estepa los devorará. El leopardo acecha junto a sus ciudades, todo el que salga de ellas será despedazado, porque muchas son sus transgresiones, sus apostas as son muy graves.
Hija de mi pueblo, c ete de saco, revuélcate en el polvo; haz duelo como por hijo único, una lamentación amargu sima, pues de improviso vendrá el devastador contra nosotros.
Dentro de ella, sus pr ncipes son como león rugiente que desgarra la presa: devoran personas, se apoderan de haciendas y objetos preciosos, multiplican el número de viudas dentro de ella.
caerás tú de d a, y contigo caerá el profeta en la noche. Yo haré perecer a tu madre.