Jeremías 15:20 - Biblia Castilian 2003 Pues te pongo frente a este pueblo como muro de bronce inquebrantable: te combatirán, pero no te podrán; pues contigo estoy yo para salvarte y librarte - oráculo de Yahveh -. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Pelearán contra ti como un ejército en ataque, pero yo te haré tan seguro como una pared de bronce fortificada. Ellos no te conquistarán, porque estoy contigo para protegerte y rescatarte. ¡Yo, el Señor, he hablado! Biblia Católica (Latinoamericana) Haré que tú seas como una fortaleza y una pared de bronce frente a ellos; y si te declaran la guerra, no te vencerán, pues yo estoy contigo para librarte y salvarte. La Biblia Textual 3a Edicion Y te pondré frente a este pueblo por muro de bronce inexpugnable; Pelearán contra ti, pero no te vencerán, Porque Yo estoy contigo para librarte y salvarte, dice YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues te pongo frente a este pueblo como muro de bronce inquebrantable: te combatirán, pero no te podrán; pues contigo estoy yo para salvarte y librarte -oráculo de Yahveh-. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y te daré para este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearán contra ti, y no te vencerán: porque yo estoy contigo para salvarte y para librarte, dice Jehová. |
Desistid y sabed: Yo soy Yahveh, exaltado entre las gentes, exaltado en la tierra.
Las naciones murmuran, los reinos titubean; hace él sentir su voz: se disuelve la tierra.
no temas, que yo estoy contigo; no te asustes, que yo soy tu Dios. Te fortalezco y te ayudo, te sostengo con mi diestra salvadora.
Pues bien, el Se or mismo os dará una se al: mirad: la doncella está encinta, va a dar a luz un hijo, y le pondrá el nombre de Emmanuel.
No tengas miedo ante ellos, pues contigo estoy yo para salvarte - oráculo de Yahveh -.
¡Ay de m, madre m a, que me engendraste para ser hombre de discusión y de discordia para todo el mundo! Ni presté ni me prestaron, pero todos me maldicen.
Tú lo sabes, Yahveh: acuérdate de m y cu dame, véngame de mis perseguidores. No me dejes perecer a causa de tu paciencia, sabe que por ti soporto ultrajes.
Jerem as quedó en el patio de la guardia hasta el d a en que Jerusalén fue tomada.
Nabucodonosor, rey de Babilonia, hab a dado a Nabuzardán, jefe de la escolta, la siguiente orden con respecto a Jerem as:
No temáis ante el rey de Babel, al que tanto miedo tenéis. No le temáis - oráculo de Yahveh -, pues con vosotros estoy yo para salvaros y para libraros de su mano.
Te he puesto en mi pueblo como examinador, para que conozcas y observes su conducta.
Mira: yo hago tu cara tan dura como sus caras y tu frente tan dura como sus frentes.
Como el diamante es más duro que la roca, as yo hago tu frente. No los temas ni te desanimes por causa de ellos, porque son una raza rebelde'.
Desde luego, nuestro Dios, a quien servimos, puede librarnos y nos librará del horno de fuego ardiente y de tus manos, ¡oh rey!