El as, el tesbita, de Tisbé de Galaad, dijo a Ajab: '¡Vive Yahveh, Dios de Israel, a quien sirvo, que en estos a os no ha de haber roc o ni lluvia, sino por orden m a'.
Jeremías 15:19 - Biblia Castilian 2003 Por esto as dice Yahveh: 'Si te conviertes, te permito volver, podrás estar en mi presencia; si separas lo precioso de la escoria, serás como mi propia boca. Ellos se volverán a ti, tú no te volverás a ellos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente Esto responde el Señor: —Si regresas a mí te restauraré para que puedas continuar sirviéndome. Si hablas palabras beneficiosas en vez de palabras despreciables, serás mi vocero. Tienes que influir en ellos; ¡no dejes que ellos influyan en ti! Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Yavé me dijo: 'Si vuelves a mí, yo te haré volver a mi servicio. Separa el oro de la escoria si quieres ser mi propia boca. Tendrán que volver a ti, pero tú no volverás a ellos. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces me respondió YHVH: Si te vuelves, Yo te restauraré, Para que puedas estar en pie delante de mi presencia; Si apartas lo precioso de lo vil, Serás mi boca. ¡Conviértanse ellos a ti, Y no te conviertas tú a ellos!° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por esto así dice Yahveh: 'Si te conviertes, te permito volver, podrás estar en mi presencia; si separas lo precioso de la escoria, serás como mi propia boca. Ellos se volverán a ti, tú no te volverás a ellos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por tanto, así dice Jehová: Si te convirtieres, yo te repondré, y delante de mí estarás; y si sacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos. |
El as, el tesbita, de Tisbé de Galaad, dijo a Ajab: '¡Vive Yahveh, Dios de Israel, a quien sirvo, que en estos a os no ha de haber roc o ni lluvia, sino por orden m a'.
As que vete. Yo estaré en tu boca, y te sugeriré lo que hayas de hablar'.
¿Ves un hombre hábil en su oficio? Se pondrá al servicio de los reyes; no quedará entre la gente oscura.
Luego Yahveh alargó su mano y, tocando mi boca, Yahveh me dijo: Mira que pongo mis palabras en tu boca.
Pero Yahveh me dijo: Ni aunque Moisés y Samuel estuvieran ante m, se volver a mi alma hacia este pueblo. Échalos de mi presencia y que se vayan.
Pensé: 'No me acordaré más de él, no hablaré más en su nombre'. Pero hab a en mi corazón como un fuego abrasador, encerrado en mis huesos; me esforzaba en contenerlo, pero no pod a.
por eso, as dice Yahveh Sebaot, Dios de Israel: a Jonadab, hijo de Recab, no le faltará nunca alguien que esté delante de m '.
Si te conviertes, Israel - oráculo de Yahveh -, puedes volver a m. Si quitas tus abominaciones, no tienes por qué huir de mi presencia.
El fuelle resopla, el plomo sale intacto del fuego; en vano funde el fundidor, pues las escorias no se desprenden
Todo su pueblo gime Kaf buscando pan; dan sus joyas a cambio de alimento para conservar la vida. Mira, Yahveh, y observa cuán abatida estoy.
Les dirás mis palabras te escuchen o no te escuchen, pues son una raza rebelde'.
Sus sacerdotes violan mi ley y profanan mis cosas santas; no distinguen entre lo sacro y lo profano, no ense an la diferencia entre lo impuro y lo puro; se tapan los ojos para no ver mis sábados, y soy profanado en medio de ellos.
Ense arán a mi pueblo a distinguir entre lo profano y lo sagrado y le explicarán la diferencia entre lo impuro y lo puro.
para que sepáis discernir entre lo santo y lo profano, entre lo puro y lo impuro,
y para dar a conocer cuándo una cosa es impura y cuando es pura. Ésta es la ley de la lepra'.
'Levántate y vete a N nive, la gran ciudad, y proclama ante ella lo que yo te diré'.
'As dice Yahveh Sebaot: si vas por mis caminos y cumples mis preceptos, tú administrarás mi casa y guardarás mis atrios y yo te concederé un lugar entre éstos que están aqu.
El ángel le contestó: 'Yo soy Gabriel, el que está en la presencia de Dios; y he sido enviado para hablar contigo y anunciarte esta buena noticia.
Quien a vosotros escucha, a m me escucha; y quien a vosotros desprecia, a m me desprecia. Pero quien me desprecia a m, desprecia a aquel que me ha enviado'.
Porque el Esp ritu Santo os ense ará en aquel mismo momento lo que conviene decir'.
porque yo os daré un lenguaje y una sabidur a que no podrán resistir ni contradecir ninguno de vuestros adversarios.
Velad, pues, orando en todo tiempo, para que logréis escapar de todas estas cosas que han de sobrevenir, y para comparecer seguros ante el Hijo del hombre'.
porque ningún temor me impidió anunciaros todo el designio completo de Dios.
As que nosotros, desde ahora en adelante, a nadie conocemos por su condición puramente humana; y aunque hubiéramos conocido a Cristo por su condición puramente humana, ahora ya no lo conocemos as.
¿Pretendo acaso ahora ganarme el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O intento agradar a los hombres? Si todav a tratara de agradar a los hombres, no ser a siervo de Cristo.
Pero ni por un momento cedimos ni nos sometimos a ellos, para poner a salvo la verdad del Evangelio entre vosotros.
La comida sólida es propia de adultos, o sea, de los que, a fuerza de practicar, tienen desarrollada la sensibilidad para discernir entre lo bueno y lo malo.
A aquel que puede guardaros sin pecado y presentaros ante su gloria irreprensibles con júbilo;