Pero ellos hac an burla de los mensajeros de Dios, despreciaban sus palabras y se mofaban de sus profetas, hasta que la cólera de Yahveh contra su pueblo creció tanto que ya no hubo remedio.
Jeremías 14:19 - Biblia Castilian 2003 ¿Has rechazado del todo a Judá, o tu alma está cansada de Sión? ¿Por qué nos has herido sin que tengamos cura? Esperábamos la paz, pero no ha habido bien alguno; el tiempo de la sanación, y se presenta el terror. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¿Has desechado enteramente a Judá? ¿Ha aborrecido tu alma a Sion? ¿Por qué nos hiciste herir sin que haya remedio? Esperamos paz, y no hubo bien; tiempo de curación, y he aquí turbación. Biblia Nueva Traducción Viviente Señor, ¿has rechazado por completo a Judá? ¿Verdaderamente odias a Jerusalén? ¿Por qué nos has herido sin la menor esperanza de recuperarnos? Esperábamos paz, pero la paz no llegó; esperábamos un tiempo de sanidad, pero solo encontramos terror. Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Has rechazado para siempre a Judá,
o tu alma está aburrida con Sión?
¿Por qué nos has herido sin esperanza de mejorar?
Esperábamos la paz, y ninguna cosa buena llegó,
la hora de nuestra mejoría, y se presentó el susto. La Biblia Textual 3a Edicion ¿Has desechado del todo a Judá? ¿Tiene tu alma aborrecida a Sión? ¿Por qué nos has herido sin remedio? Esperábamos paz, pero no hay bienestar; Tiempo de sanidad, y he aquí el terror. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Has rechazado del todo a Judá, o tu alma está cansada de Sión? ¿Por qué nos has herido sin que tengamos cura? Esperábamos la paz, pero no ha habido bien alguno; el tiempo de la sanación, y se presenta el terror. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Has desechado enteramente a Judá? ¿Ha aborrecido tu alma a Sión? ¿Por qué nos has herido sin que haya curación para nosotros? Esperamos paz, y no hubo bien; tiempo de sanidad, y he aquí turbación. |
Pero ellos hac an burla de los mensajeros de Dios, despreciaban sus palabras y se mofaban de sus profetas, hasta que la cólera de Yahveh contra su pueblo creció tanto que ya no hubo remedio.
Yo esperaba la dicha y vino la desgracia, aguardaba la luz y llegó la oscuridad.
estará por siempre firme, cual la luna, un testimonio fiel en el espacio'. Selah
Quien ante los reproches se rebela será aniquilado de repente y sin remedio.
He abandonado mi casa, he rechazado mi heredad, he entregado el amor de mi alma en mano de sus enemigos.
Mi heredad fue para m como león en la selva: lanzó contra m su rugido, por eso la aborrec.
Pero Yahveh me dijo: Ni aunque Moisés y Samuel estuvieran ante m, se volver a mi alma hacia este pueblo. Échalos de mi presencia y que se vayan.
¿Por qué mi dolor ha de ser continuo y mi llaga tan incurable que se resiste a ser sanada? ¡Ay! Eres para m como torrente enga oso, como aguas no fiables.
Nadie defendió tu causa. Para una úlcera hay medicinas; para ti no hubo cura alguna.
(5b) porque su pa s está lleno de culpa ante el Santo de Israel. (5a) Pues Israel y Judá no están viudas de su Dios, Yahveh Sebaot'.
Córtate el pelo y t ralo, entona una lamentación en las colinas, pues Yahveh desechó y repudió a la generación que provoca su ira.
Esperábamos la paz, y no ha habido bien alguno; el tiempo de curación, y nos viene el terror.
¿No hay bálsamo en Galaad, o no hay all un médico? ¿Por qué, entonces, no se cierra la herida de la hija de mi pueblo?
¿A quién puedo ponerte como ejemplo? Mem ¿A qué te compararé, hija de Jerusalén? ¿A qué te igualaré, para consolarte, virgen, hija de Sión? ¡Grande como el mar es tu quebranto! ¿Quién podrá curarte?
Convocaste, como a un d a de fiesta, Tau mis terrores en todo alrededor; no hubo, en el d a de la ira de Yahveh, quien escapase ni quedase con vida. A los que llevé en mis brazos y crié los exterminó mi enemigo.
Todav a se consumen nuestros ojos Ain esperando en vano el socorro. Desde nuestra atalaya oteábamos a una nación incapaz de salvarnos.
si no nos has rechazado del todo, si estás irritado hasta el extremo con nosotros.
Ansiosamente esperan el bien los habitantes de Marot, cuando Yahveh ha hecho bajar la desdicha hasta la puerta de Jerusalén.
Cuando estén diciendo: 'Paz y seguridad', entonces, de repente, se abatirá sobre ellos la calamidad, como los dolores de parto sobre una mujer encinta; y no habrá manera de escapar.