Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Jeremías 13:14 - Biblia Castilian 2003

y voy a estrellarlos unos contra otros, a los padres junto con los hijos - oráculo de Yahveh -. No me apiadaré ni me afligiré ni me compadeceré de aniquilarlos'.

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

y los quebrantaré el uno contra el otro, los padres con los hijos igualmente, dice Jehová; no perdonaré, ni tendré piedad ni misericordia, para no destruirlos.

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Los estrellaré el uno contra el otro, aun los padres contra los hijos, dice el Señor. No permitiré que mi lástima ni mi misericordia ni mi compasión me impidan destruirlos’”».

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

Así dice Yavé: 'No tendré piedad ni misericordia, y sin perdón los destruiré.

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Y haré que choquen unos contra otros, padres e hijos juntamente, dice YHVH. No perdonaré ni tendré piedad, ni me compadeceré para no destruirlos.

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

y voy a estrellarlos unos contra otros, a los padres junto con los hijos -oráculo de Yahveh-. No me apiadaré ni me afligiré ni me compadeceré de aniquilarlos'.

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y los quebraré el uno contra el otro, a los padres y a los hijos juntamente, dice Jehová: No tendré piedad, ni perdonaré, ni tendré misericordia, sino que los destruiré.

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Jeremías 13:14
30 Referans Kwoze  

En efecto, los amonitas y los moabitas se pusieron contra los habitantes del monte Se r y los entregaron al anatema y al exterminio; y cuando hubieron acabado con los habitantes de Se r, ellos mismos se destruyeron mutuamente.


Se ve golpeado sin compasión, intenta evitar la mano que lo hiere.


Tú los podrás batir con vara férrea, triturarlos como objetos de barro'.


Al secarse, se romperá su ramaje; vendrán las mujeres y lo quemarán. Porque no es un pueblo inteligente, por eso su hacedor no le tendrá compasión, y su creador no le concederá gracia.


¿Quién, pues, se apiadará de ti, Jerusalén? ¿Quién te dará el pésame? ¿Quién se volverá a preguntar cómo estás?


Tú me rechazaste - oráculo de Yahveh -, volviste atrás, y yo alargué mi mano contra ti y te destru; estoy cansado de compadecerme.


Además Yahveh me dijo as: 'No entres en casa de duelo, no vayas a lamentarte ni a darles el pésame, porque he retirado mi paz de este pueblo - oráculo de Yahveh -, la piedad y la clemencia,


Después de esto - oráculo de Yahveh -, entregaré a Sedec as, rey de Judá, a sus servidores y a la gente que en esta ciudad haya sobrevivido a la peste, a la espada y al hambre, en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en mano de sus enemigos y en mano de quienes atentan contra su vida. Él los pasará a filo de espada, sin compadecerse de ellos, sin apiadarse, sin tener misericordia'.


para que beban, se tambaleen y deliren ante la espada que voy a enviar contra ellas.


al ruido del piafar de los cascos de sus caballos, al estruendo de sus carros, al rechinar de sus ruedas. Los padres no se vuelven a mirar por sus hijos, a causa de la debilidad de sus manos,


Pero mirad que vienen d as - oráculo de Yahveh -, en que enviaré trasvasadores que lo trasvasarán, vaciarán sus tinajas y romperán sus vasijas.


Por eso, as dice Yahveh: Mirad que estoy poniendo a este pueblo tropiezos en los que tropezarán padres e hijos a la vez, vecino con vecino perecerán.


Yacen por tierra en las calles Sin ni os y viejos; mis doncellas y mis jóvenes cayeron a espada. Has matado en el d a de tu ira, has degollado sin piedad.


Yo, Yahveh, he hablado; está para llegar y lo haré. No cejaré, no sentiré pena ni me arrepentiré. Te juzgarán según tu conducta y según tus acciones - oráculo del Se or Yahveh.'


Ahora el fin te ha llegado, porque desencadenaré mi ira contra ti, te juzgaré según tu conducta y haré recaer sobre ti todas tus abominaciones.


No me apiadaré ni tendré compasión, sino que haré recaer sobre ti tu conducta, todas tus abominaciones estarán presentes ante ti; y sabréis que yo soy Yahveh'.


No me apiadaré ni tendré compasión; te trataré según tu conducta, y tus abominaciones estarán presentes ante ti; y sabréis que soy yo, Yahveh, el que hiere''.


Pues bien, también yo obraré con furor; no se apiadará mi vista ni tendré compasión. Clamarán ante mis o dos a grandes gritos, pero no los escucharé'.


Pues bien, en cuanto a m, tampoco yo me apiadaré ni tendré compasión; hago recaer su conducta sobre su cabeza'.


A los otros les dijo, oyéndolo yo: 'Pasad por la ciudad detrás de él y herid; no se apiaden vuestros ojos ni tengáis compasión;


Litigad con vuestra madre, litigad, porque ella no es mi mujer ni yo soy su marido. Que se quite del rostro las se ales de su prostitución y de los pechos las se ales de sus adulterios;


Porque yo ya no tendré compasión de los habitantes del pa s - oráculo de Yahveh -. Mirad que yo mismo entregaré a cada cual en manos de su prójimo y en manos de su rey, ellos devastarán el pa s, sin que yo los libre de sus manos.


El hermano entregará a la muerte al hermano y el padre al hijo, y los hijos se levantarán contra sus padres y les darán muerte.


Y entregará a la muerte el hermano al hermano, y el padre al hijo, y los hijos se levantarán contra sus padres y les darán muerte;


Yahveh lo separará de todas las tribus de Israel para desgracia suya, según todas las maldiciones de la alianza escrita en este libro de la Ley.


Los centinelas de Saúl apostados en Guibeá de Benjam n vieron que la multitud de filisteos se agitaba y corr a de un lado para otro