Al imp o dice Dios: ¿Qué tienes tú que mencionar mis leyes y llevar en tu boca mi alianza,
Jeremías 11:15 - Biblia Castilian 2003 ¿Qué busca mi amada en mi casa? Su modo de obrar es pura doblez. ¿Votos y carne consagrada apartarán de ti la desgracia, de modo que puedas regocijarte por ello? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¿Qué derecho tiene mi amada en mi casa, habiendo hecho muchas abominaciones? ¿Crees que los sacrificios y las carnes santificadas de las víctimas pueden evitarte el castigo? ¿Puedes gloriarte de eso? Biblia Nueva Traducción Viviente »¿Qué derecho tiene mi amado pueblo de ir a mi templo cuando ha cometido tantas inmoralidades? ¿Acaso sus votos y sacrificios pueden evitar su destrucción? ¡En realidad se alegran en hacer lo malo! Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Qué viene a hacer mi amada en mi Casa? ¡Su manera de actuar es pura viveza! ¿Crees que los votos y las carnes consagradas te limpiarán de tu maldad o que te podré purificar por todo eso? La Biblia Textual 3a Edicion ¿Qué busca mi amado° en mi Casa, después de haber tramado tantas intrigas? ¿Podrá la grosura° y la carne inmolada apartar de ti la adversidad, Para que lo celebres con gritos estrepitosos? Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Qué busca mi amada en mi casa? Su modo de obrar es pura doblez. ¿Votos y carne consagrada apartarán de ti la desgracia, de modo que puedas regocijarte por ello? Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Qué tiene que hacer mi amada en mi casa, habiendo hecho tantas abominaciones, y las carnes santas se han pasado de ti? Cuando haces maldad, entonces te regocijas. |
Al imp o dice Dios: ¿Qué tienes tú que mencionar mis leyes y llevar en tu boca mi alianza,
Tú has dado duras horas a tu pueblo, tú nos has dado a beber vino de vértigo.
Yahveh abomina el sacrificio de los malos; pero se complace en la plegaria de los justos.
El sacrificio de los malvados es abominable, y más si se ofrece con mala intención.
Quien se tapa los o dos para no escuchar la ley, hace que su plegaria sea abominación.
As dice Yahveh: '¿Dónde está el libelo de repudio de vuestra madre, por el cual yo la habr a repudiado, o quién de mis acreedores es aquel a quien yo os habr a vendido? Mirad: por vuestras culpas habéis sido vendidos y por vuestros pecados ha sido repudiada vuestra madre.
He abandonado mi casa, he rechazado mi heredad, he entregado el amor de mi alma en mano de sus enemigos.
tus adulterios, tus relinchos, la ignominia de tu prostitución. Sobre las colinas, en el campo, he visto tus abominaciones. ¡Ay de ti, Jerusalén, que no te purificas! ¿Hasta cuándo aún?
Pero Yahveh me dijo: Ni aunque Moisés y Samuel estuvieran ante m, se volver a mi alma hacia este pueblo. Échalos de mi presencia y que se vayan.
Ve y grita a los o dos de Jerusalén lo siguiente: As dice Yahveh: Recuerdo de ti el cari o de tu juventud, el amor de tu noviazgo, cuando ibas tras de m por el desierto, por una tierra no sembrada.
Profetas y sacerdote son imp os, en mi propia casa encontré su maldad - oráculo de Yahveh -.
Volved, hijos rebeldes - oráculo de Yahveh -, pues yo soy vuestro due o, y os tomaré: a uno de una ciudad y a dos de una familia, y os llevaré a Sión.
Ha visto que, precisamente porque la apóstata Israel hab a cometido adulterio, yo la desped, dándole el libelo de repudio, pero su pérfida hermana Judá no tuvo miedo, sino que también ella fue a prostituirse,
Yahveh me dijo: 'Vete otra vez y ama a una mujer que ama a otro y es adúltera, como ama Yahveh a los hijos de Israel, aunque ellos se vuelven a otros dioses y se complacen en las tortas de pasas'.
Cuando entró el rey a ver a los comensales, descubrió all a uno que no estaba vestido con traje de ceremonia
Cuando vio a Jesús, se echó a sus pies y dijo a grandes gritos: '¿Qué tienes tú que ver conmigo, Jesús, Hijo del Dios Alt simo? Por favor, te ruego que no me atormentes'.
Por lo que respecta al evangelio, es verdad que son enemigos de Dios en beneficio vuestro; pero por lo que respecta a la elección, son amados por Dios, en atención a los patriarcas;
Para los puros todo es puro; para los manchados y descre dos nada hay puro; al contrario, tanto su razón como su conciencia están manchadas.
Pero ahora os jactáis de vuestras fanfarroner as. Toda esta jactancia es mala.