Fijaré un lugar para mi pueblo Israel: all lo plantaré y all morará, sin que sea ya turbado, pues los hijos de la iniquidad no volverán a afligirlo como antes,
Isaías 5:2 - Biblia Castilian 2003 La cavó y despedregó, la plantó de cepa selecta. Construyó una torre en su centro, e incluso excavó un lagar. Esperaba que diera uvas, pero dio agraces. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 La había cercado y despedregado y plantado de vides escogidas; había edificado en medio de ella una torre, y hecho también en ella un lagar; y esperaba que diese uvas, y dio uvas silvestres. Biblia Nueva Traducción Viviente Aró la tierra, le quitó las piedras y sembró en ella las mejores vides. En medio de su viña construyó una torre de vigilancia y talló un lagar en las rocas cercanas. Luego esperó una cosecha de uvas dulces, pero las uvas que crecieron eran amargas. Biblia Católica (Latinoamericana) La cavó quitando las piedras
y plantó cepas escogidas.
En medio de ella construyó una torre
y también cavó un lagar.
El esperaba que produjera uvas,
pero sólo le dio racimos amargos. La Biblia Textual 3a Edicion La cavó y despedregó, y plantó una preciada cepa. Construyó una torre en su centro, y cavó en ella un lagar. Esperó a que diera uvas, pero dio agrazones.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 La cavó y despedregó, la plantó de cepa selecta. Construyó una torre en su centro, e incluso excavó un lagar. Esperaba que diera uvas, pero dio agraces. Biblia Reina Valera Gómez (2023) La había cercado y despedregado y plantado de vid escogida; había edificado en medio de ella una torre, y hecho también en ella un lagar; y esperaba que diese uvas, y dio uvas silvestres. |
Fijaré un lugar para mi pueblo Israel: all lo plantaré y all morará, sin que sea ya turbado, pues los hijos de la iniquidad no volverán a afligirlo como antes,
Por aquellos d as vi que hab a en Judá quienes pisaban los lagares en sábado, que acarreaban las mieses, que cargaban sobre los asnos vino, uvas, higos y toda clase de fardos, y los tra an a Jerusalén en d a de sábado, y les reproché que vendieran estos v veres.
Restáuranos, oh Dios de los ejércitos: haz esplender tu rostro y seremos liberados.
Una vid condujiste desde Egipto: expulsaste naciones para poder plantarla.
pues, ¿en qué se conocerá que yo y tu pueblo gozamos de tu favor sino en que tú vienes con nosotros? En esto se nos distinguirá, a m y a tu pueblo, de cuantos pueblos hay sobre la superficie de la tierra'.
La hija de Sión ha quedado como caba a en vi a, como choza en melonar, como ciudad sitiada.
La vi a de Yahveh Sebaot es la casa de Israel; y los hombres de Judá el plantel de sus delicias. Esperaba justicia y mirad: ¡iniquidad! Esperaba honradez y mirad: ¡lamentos!
Yahveh Sebaot, que te hab a plantado, decretó contra ti la desgracia, por la maldad de la casa de Israel y la casa de Judá, que cometieron en su propio da o, irritándome al incensar a Baal.
Yo te hab a plantado como cepa escogida, toda ella de semilla genuina. ¿Cómo, pues, para m te has cambiado en sarmientos silvestres de vi a bastarda?
Israel era vi a frondosa que daba fruto; cuanto más abundante era su fruto, tanto más multiplicaba los altares; cuanto más fecunda era su tierra más ricas estelas constru a.
En cuanto a ti, Torre del reba o, Colina de la hija de Sión, hasta ti vendrá y llegará la soberan a de anta o, la realeza de Jerusalén.
Desde la cima de las rocas lo veo; desde lo alto de las colinas lo contemplo. Es un pueblo que habita aparte, que no es contado entre las naciones.
Y al ver junto al camino una higuera, se acercó a ella; pero no encontró más que hojas. Entonces le dice: '¡Nunca jamás brote de ti fruto alguno!'. Y al punto se secó la higuera.
Escuchad otra parábola. Era un propietario que plantó una vi a, la rodeó de una cerca, excavó en ella un lagar y construyó una torre; luego la arrendó a unos vi adores y se fue lejos de su tierra.
Cuando se acercó el tiempo de la vendimia, envió sus criados a los vi adores para percibir los frutos que le correspond an.
y divisando a lo lejos una higuera con hojas, se acercó a ver si encontraba algo; pero cuando llegó sólo encontró hojas, pues no era tiempo de higos.
Y comenzó a hablarles en parábolas. 'Un hombre plantó una vi a, la rodeó de una cerca, excavó un lagar y construyó una torre; luego la arrendó a unos vi adores y se fue lejos de su tierra.
A su tiempo envió un criado a los vi adores, para percibir de ellos los frutos de la vi a que le correspond an.
Ellos son israelitas; a ellos pertenecen la adopción filial y la gloria y las alianzas y la legislación y el culto y las promesas;
¿Quién es el que se alista en un ejército a sus propias expensas? ¿Quién planta una vi a y no come de sus frutos? ¿Quién pastorea un reba o y no toma su leche?
¿As pagas a Yahveh, pueblo necio e insensato? ¿No es él tu padre, el que te creó, el que te hizo y te dio consistencia?
Después de esto, se enamoró de una mujer del valle de Sorec llamada Dalila.