No nos tengas en cuenta los pecados antiguos, venga tu misericordia de prisa a nuestro encuentro, que estamos extenuados.
Isaías 26:5 - Biblia Castilian 2003 que abatió a los moradores de la altura, a la ciudad inaccesible; la humillará, la abajará hasta la tierra, la nivelará hasta el polvo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque derribó a los que moraban en lugar sublime; humilló a la ciudad exaltada, la humilló hasta la tierra, la derribó hasta el polvo. Biblia Nueva Traducción Viviente Él humilla a los orgullosos y derriba a la ciudad arrogante; él la echa al polvo. Biblia Católica (Latinoamericana) El doblegó a los que vivían en las alturas,
en la ciudadela de la cual nadie podía apoderarse;
la derribó, la demolió y la redujo a escombros. La Biblia Textual 3a Edicion Derribó a los que moraban en las alturas, Humilló a la ciudad exaltada, La abatió hasta la tierra y la derribó hasta el polvo; Biblia Serafín de Ausejo 1975 que abatió a los moradores de la altura, a la ciudad inaccesible; la humillará, la abajará hasta la tierra, la nivelará hasta el polvo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque derribó los que moraban en lugar alto; humilló la ciudad enaltecida, la humilló hasta la tierra, la derribó hasta el polvo. |
No nos tengas en cuenta los pecados antiguos, venga tu misericordia de prisa a nuestro encuentro, que estamos extenuados.
Castigaré en el mundo el mal, en los malvados su culpa, truncaré la soberbia de los insolentes, el orgullo de los tiranos humillaré.
Tú que dec as en tu corazón: 'Subiré a los cielos, por encima de los astros de Dios elevaré mi trono; me sentaré en el Monte de la Asamblea, en el l mite extremo del norte.
Porque es el d a de Yahveh Sebaot: contra todo soberbio y altanero, contra todo enaltecido, para abatirlo,
Está destrozada la ciudad vac a, todas las casas cerradas, no se puede entrar.
pues hiciste de la ciudad una escombrera, de la villa fortificada un derribo, de la ciudadela de los insolentes una no - ciudad, que jamás será reconstruida.
Baja, siéntate en el polvo, virgen, hija de Babel; siéntate en el suelo, sin trono, hija de los caldeos; que ya no te llamarán la mimada, la delicada.
Babel será una escombrera, una guarida de chacales; espanto y rechifla, sin un habitante.
diciendo: 'As se hundirá Babilonia, y no se levantará de la desgracia que voy a enviar sobre ella''. Aqu acaban las palabras de Jerem as.
Destruyó el Se or sin piedad Bet todas las moradas de Jacob; derribó, en su furor, las fortalezas de la hija de Judá; echó por tierra, profanó al reino con sus jefes.
Los cascos de sus caballos hollarán todas tus calles; pasará a cuchillo a tu pueblo; y tus sólidas estelas caerán por tierra.
Se envaneció tu corazón por tu belleza, viciaste tu sabidur a por tu esplendor; en tierra te he arrojado, delante de los reyes te he puesto para que se fijen en ti.
Gritó con voz potente, diciendo: '¡Cayó, cayó Babilonia, la grande! Se ha convertido en morada de demonios, en guarida de toda clase de esp ritus inmundos, en guarida de toda suerte de aves impuras y aborrecibles.