Recibió entonces David este aviso: 'También Ajitófel se halla entre los conjurados a favor de Absalón'. A lo que respondió David: '¡Haz, Yahveh, que resulten enga osos los consejos de Ajitófel!'.
Isaías 19:3 - Biblia Castilian 2003 Se trastornará el esp ritu de Egipto en su pecho, y yo anularé sus planes. Consultarán a los dioses y agoreros, a los hechiceros y nigromantes. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y el espíritu de Egipto se desvanecerá en medio de él, y destruiré su consejo; y preguntarán a sus imágenes, a sus hechiceros, a sus evocadores y a sus adivinos. Biblia Nueva Traducción Viviente Los egipcios se desanimarán, y yo confundiré sus planes. Rogarán a sus ídolos que les den sabiduría e invocarán a los espíritus, a médiums y a los que consultan los espíritus de los muertos. Biblia Católica (Latinoamericana) Egipto no sabrá qué hacer,
echaré a perder su prudencia.
Irán a consultar a los ídolos,
a los adivinos, a los magos y a los brujos. La Biblia Textual 3a Edicion El espíritu de Egipto se trastornará dentro de sí, y destruiré sus planes. Consultarán a ídolos y a hechiceros, A nigromantes° y adivinos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se trastornará el espíritu de Egipto en su pecho, y yo anularé sus planes. Consultarán a los dioses y agoreros, a los hechiceros y nigromantes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el espíritu de Egipto se desvanecerá en medio de él, y destruiré su consejo; y acudirán a los ídolos y a los encantadores, a los evocadores y a los adivinos. |
Recibió entonces David este aviso: 'También Ajitófel se halla entre los conjurados a favor de Absalón'. A lo que respondió David: '¡Haz, Yahveh, que resulten enga osos los consejos de Ajitófel!'.
Absalón y todos los hombres de Israel dijeron: 'El consejo de Jusay, el arquita, es preferible al de Ajitófel'. La realidad era que Yahveh hab a determinado frustrar el acertado consejo de Ajitófel, para lanzar Yahveh sobre Absalón la desgracia.
Cuando Ajitófel vio que no se hab a seguido su consejo, aparejó el asno, emprendió el camino y se fue a su casa, a su ciudad; después de disponer de sus cosas, se ahorcó y murió. Fue sepultado en el sepulcro de su padre.
Ocoz as se cayó desde la baranda de la planta superior de su casa de Samar a y quedó maltrecho. Y envió unos mensajeros a quienes dijo: 'Id a consultar a Baal Zebub, dios de Ecrón, si podré sobrevivir a esta dolencia'.
As murió Saúl, por haber prevaricado contra Yahveh, pues no cumplió la palabra de Yahveh y, además, consultó a la nigromante.
El Se or frustra el plan de las naciones, desconcierta los proyectos de los pueblos.
Haced votos y cumplidlos al Se or, vuestro Dios: que todos los del entorno traigan dones al terrible,
Si Yahveh Sebaot lo ha decidido, ¿quién lo hará fracasar? Si su mano está extendida, ¿quién se la hará retirar?
Sube la hija de Dibón a las alturas a llorar. Por Nebó y Mádaba está gimiendo Moab. Todas sus cabezas calvas; todas sus barbas afeitadas.
Oráculo contra Egipto. Mirad a Yahveh que cabalga sobre una nube ligera y llega a Egipto. Tiemblan ante él los dioses de Egipto, el corazón de Egipto desmaya en su pecho.
yo soy quien frustra las se ales de los agoreros y a los adivinos entontece; quien hace retroceder a los sabios y convierte en necedad su saber;
Quédate, pues, con tus maleficios, con la multitud de tus hechicer as, por los que te fatigaste desde tu juventud. ¡Quizá puedan ayudarte! ¡Quizá hagas temblar!
Porque no por siempre reprendo, ni de continuo me enojo; pues ante m se consumir a el esp ritu y las almas que yo he creado.
Seguramente os dirán: 'Consultad a agoreros y adivinos que bisbisean y susurran. ¿No consulta un pueblo a sus dioses y acerca de los vivos a los muertos?'.
'Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia Jerusalén, vaticina hacia los santuarios, profetiza contra el pa s de Israel.
¿Aguantará tu corazón y resistirán tus manos los d as en que yo me ocupe de ti? Yo, Yahveh, he hablado y lo haré.
Sobre cuantos asuntos de sabidur a e inteligencia que el rey les consultó, los encontró diez veces superiores a todos los magos y adivinos que hab a en todo su reino.
El rey mandó llamar a los magos y adivinos, a los hechiceros y a los caldeos, para que le explicaran aquel sue o. Vinieron, pues, y se presentaron ante el rey.
El rey mandó a voces que vinieran los adivinos, los caldeos y los astrólogos. Tomó el rey la palabra y dijo a los sabios de Babilonia: 'El que lea esta escritura y me dé su interpretación, será vestido de púrpura, llevará un collar de oro al cuello y será el tercero en el gobierno del reino'.
Por la ma ana, libre ya Nabal del efecto del vino, le contó su mujer todo, y se le quedó paralizado el corazón y como si fuese una piedra.