¡Ay de ti, devastador, que no has sido devastado, traidor a quien no han traicionado! Cuando termines tú de devastar, serás devastado; cuando acabes tú de traicionar, te habrán traicionado.
Hechos 9:16 - Biblia Castilian 2003 porque yo le mostraré cuántas cosas deberá padecer por mi nombre'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre. Biblia Nueva Traducción Viviente y le voy a mostrar cuánto debe sufrir por mi nombre. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo le mostraré todo lo que tendrá que sufrir por mi Nombre. La Biblia Textual 3a Edicion porque Yo le mostraré cuánto tiene que padecer por mi nombre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 porque yo le mostraré cuántas cosas deberá padecer por mi nombre'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre. |
¡Ay de ti, devastador, que no has sido devastado, traidor a quien no han traicionado! Cuando termines tú de devastar, serás devastado; cuando acabes tú de traicionar, te habrán traicionado.
Entonces os entregarán al tormento y os matarán y seréis odiados por todos los pueblos a causa de mi nombre.
Bienaventurados seréis cuando, por causa m a, os insulten y persigan y profieran toda clase de calumnias contra vosotros.
Acordaos de la palabra que os he dicho: el esclavo no es mayor que su se or. Si a m me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, guardarán también la vuestra.
confortando a los disc pulos y exhortándolos a permanecer en la fe, diciéndoles que por muchas tribulaciones tenemos que pasar para entrar en el reino de Dios.
que se llegó a nosotros, tomó el cinturón de Pablo, se ató los pies y las manos y dijo: 'Esto dice el Esp ritu Santo: al hombre a quien pertenece este cinturón, lo atarán as en Jerusalén los jud os y lo entregarán en manos de los gentiles'.
Respondió entonces Pablo: '¿Qué hacéis llorando y partiéndome el corazón? Estoy dispuesto no sólo a dejarme atar, sino a morir en Jerusalén por el nombre del Se or Jesús'.
Encontramos a los disc pulos y permanecimos all siete d as. Ellos le dec an a Pablo, por inspiración del Esp ritu, que no subiera a Jerusalén.
Y aqu tiene autorización de los pr ncipes de los sacerdotes para apresar a todos los que invocan tu nombre'.
Por el contrario, nos acreditamos en toda ocasión como servidores de Dios, con mucha constancia, en tribulaciones, en necesidades, en aprietos,
a fin de que nadie vacile en medio de estas tribulaciones - porque vosotros mismos sabéis muy bien que ésa es nuestra misión.
Por esta misma causa soporto yo mi situación actual. Pero no me avergüenzo, porque sé perfectamente de quién me he fiado, y estoy seguro del poder que tiene para guardar hasta aquel d a el depósito que se me confió.
mis persecuciones y mis sufrimientos, como los que me sobrevinieron en Antioqu a, en Iconio y en Listra. ¡Qué persecuciones tuve que sufrir! Pero de todas ellas me libró el Se or.
Dichosos vosotros si sois ultrajados por el nombre de Cristo, porque el esp ritu de la gloria, el de Dios, descansa sobre vosotros.
Yo, Juan, vuestro hermano y compa ero en la tribulación, en el reino y en la constante espera de Jesús, estuve en la isla llamada Patmos por causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús.