Entonces Herodes, furioso al verse burlado por los magos, envió a que mataran a todos los ni os que hab a en Belén y en toda su comarca menores de dos a os, conforme al tiempo que cuidadosamente hab a averiguado de los magos.
Hechos 5:16 - Biblia Castilian 2003 Concurr a también muchedumbre de gente de los alrededores de Jerusalén llevando enfermos y atormentados por esp ritus impuros, y todos quedaban curados. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados. Biblia Nueva Traducción Viviente Multitudes llegaban desde las aldeas que rodeaban a Jerusalén y llevaban a sus enfermos y a los que estaban poseídos por espíritus malignos, y todos eran sanados. Biblia Católica (Latinoamericana) Acudían multitudes de las ciudades vecinas a Jerusalén trayendo a sus enfermos y a personas atormentadas por espíritus malos, y todos eran sanados. La Biblia Textual 3a Edicion También de ciudades circunvecinas de Jerusalem concurría la multitud, trayendo enfermos y atormentados por espíritus inmundos, y todos eran sanados. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Concurría también muchedumbre de gente de los alrededores de Jerusalén llevando enfermos y atormentados por espíritus impuros, y todos quedaban curados. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados. |
Entonces Herodes, furioso al verse burlado por los magos, envió a que mataran a todos los ni os que hab a en Belén y en toda su comarca menores de dos a os, conforme al tiempo que cuidadosamente hab a averiguado de los magos.
Su fama se extendió por toda Siria. Le tra an a todos los que se sent an mal, aquejados de diversas enfermedades y dolores: endemoniados, epilépticos y paral ticos; y él los curaba.
Llegada la tarde, le presentaron muchos endemoniados. Expulsó con su palabra a los esp ritus y curó a todos los que estaban enfermos,
Un d a, mientras él ense aba, estaban all sentados algunos fariseos y doctores de la ley, que hab an venido de todas las aldeas de Galilea y de Judea y de Jerusalén. Una fuerza del Se or le asist a para curar.
que hab an llegado all para o rlo y sanar de sus enfermedades; también los atormentados por esp ritus impuros quedaban curados.
Pero al darse cuenta de ello la gente, lo siguieron. Él los acogió y les hablaba del reino de Dios, al tiempo que devolv a la salud a los que ten an necesidad de curación.
'De verdad os aseguro: el que cree en m, hará las obras que yo hago, y aun mayores las hará, porque yo voy al Padre.
extiende tu mano para que se hagan curaciones, se ales y prodigios mediante el nombre de tu santo siervo Jesús'.
hasta el extremo de sacar los enfermos a las plazas y ponerlos sobre lechos y camillas, para que, al paso de Pedro, siquiera su sombra tocara a alguno de ellos.
Entonces el sumo sacerdote y todos los suyos, los de la secta de los saduceos, se llenaron de ira,
A éste se le da, en el mismo Esp ritu, fe; y a aquél, en el único Esp ritu, dones de curación.
Confesaos, pues, los pecados unos a otros; orad unos por otros para ser curados. La oración asidua del justo tiene mucho poder.