Hechos 3:2 - Biblia Castilian 2003 en el momento en que llevaban a un hombre, cojo de nacimiento, al que pon an todos los d as ante la puerta del templo llamada Preciosa, para pedir limosna a los que entraban en el templo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo. Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras se acercaban al templo, llevaban cargando a un hombre cojo de nacimiento. Todos los días lo ponían junto a la puerta del templo, la que se llama Hermosa, para que pidiera limosna a la gente que entraba. Biblia Católica (Latinoamericana) acababan de dejar allí a un tullido de nacimiento. Todos los días lo colocaban junto a la Puerta Hermosa, que es una de las puertas del Templo, para que pidiera limosna a los que entraban en el recinto. La Biblia Textual 3a Edicion Y era traído cierto varón que estaba cojo desde el vientre de su madre, a quien ponían cada día a la puerta del templo (la llamada Hermosa), para pedir limosna a los que entraban en el templo; Biblia Serafín de Ausejo 1975 en el momento en que llevaban a un hombre, cojo de nacimiento, al que ponían todos los días ante la puerta del templo llamada Preciosa, para pedir limosna a los que entraban en el templo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y un hombre que era cojo desde el vientre de su madre, era traído; al cual ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo. |
Al acercarse él a Jericó, hab a un ciego sentado junto al camino, pidiendo limosna.
Los vecinos y los que de antes lo conoc an, pues era un mendigo, dec an: '¿No es éste el que estaba sentado pidiendo limosna?'.
y me dijo: 'Cornelio, ha sido escuchada tu oración, y de tus limosnas se ha hecho memoria en la presencia de Dios;
Fijó su vista en él y, atemorizado, le dijo: '¿Qué pasa, Se or?'. Le respondió: 'Tus oraciones y tus limosnas han subido como memorial ante la presencia de Dios.
En Listra yac a sentado un hombre, inválido de los pies, cojo de nacimiento, que nunca hab a podido andar.
y reconocieron que aquél era el mismo que, sentado, ped a limosna junto a la puerta Preciosa del templo, de modo que se llenaron de estupor y pasmo por lo que le hab a sucedido.
pues ten a más de cuarenta a os el hombre en quien se hab a realizado este signo de la curación.