Hechos 16:5 - Biblia Castilian 2003 As, pues, las iglesias se afirmaban en la fe y su número aumentaba de d a en d a. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y aumentaban en número cada día. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que las iglesias se fortalecían en su fe y el número de creyentes crecía cada día. Biblia Católica (Latinoamericana) Estas Iglesias se iban fortaleciendo en la fe y reunían cada día más gente. La Biblia Textual 3a Edicion Así pues las iglesias eran fortalecidas en la fe, y crecían en número cada día. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así, pues, las iglesias se afirmaban en la fe y su número aumentaba de día en día. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y aumentaban en número cada día. |
Al d a siguiente, muy de ma ana, salieron hacia el desierto de Técoa. Mientras iban saliendo, Josafat, puesto en pie, les dijo: '¡Escuchadme, Judá y habitantes de Jerusalén: confiad en Yahveh, vuestro Dios, y estaréis seguros; tened fe en sus profetas, y triunfaréis!'.
(9a) la capital de Efra n es Samar a, y el jefe de Samar a, el hijo de Remal as; (8b) pero dentro de sesenta y cinco a os, Efra n, destruido, dejará de ser pueblo. (9b) Si no creéis, no subsistiréis'.
La mano del Se or estaba con ellos y fue grande el número de los que, abrazando la fe, se convirtieron al Se or.
alababan a Dios y ten an el favor de todo el pueblo. Y el Se or agregaba d a tras d a a la comunidad a los que obten an la salvación.
Pero muchos de los que oyeron el discurso abrazaron la fe y llegó su número, contando sólo los hombres, a unos cinco mil.
Cada d a se agregaban nuevos creyentes en el Se or, multitud de hombres y de mujeres,
La palabra de Dios se propagaba y el número de disc pulos se multiplicaba extraordinariamente en Jerusalén, e incluso una gran multitud de sacerdotes abrazaban la fe.
La Iglesia, mientras tanto, gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samar a, se edificaba y caminaba en el temor del Se or y crec a con la consolación del Esp ritu Santo.
Al que puede afianzaros en el evangelio que anuncio y en la proclamación de Jesucristo, según la revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos eternos,
De manera que, amados hermanos m os, manteneos firmes, inconmovibles, progresando constantemente en la obra del Se or y sabiendo que vuestro trabajo en el Se or no cae en el vac o.
Cristo nos liberó para que vivamos en libertad. Manteneos, pues, firmes; y no os dejéis sujetar de nuevo al yugo de la esclavitud.
y mantenga vuestros corazones irreprochables y santos ante Dios nuestro Padre, en la parus a de nuestro Se or Jesús, acompa ado de todo su pueblo santo.
y enviamos a Timoteo, nuestro hermano, colaborador de Dios en el evangelio de Cristo, para que os diera ánimos y os afianzara en vuestra fe,
Y el propio Se or nuestro Jesucristo, y Dios, nuestro Padre, que nos amó y nos dio, en su gracia, una consolación eterna y una maravillosa esperanza, consuele vuestros corazones y los afiance en toda obra y palabra buena.
No os dejéis extraviar por doctrinas complejas y extra as, porque lo bueno es que el corazón se robustezca con la gracia, no con alimentos que nada aprovecharon a los que andaban en esas observancias.
El Dios de toda gracia, el que os llamó a su eterna gloria en Cristo después que hayáis padecido un poco, os restablecerá, confirmará, robustecerá y hará inconmovibles.