Eliseo se volvió, tomó la yunta de bueyes y la sacrificó; con el yugo de los bueyes coció la carne y se la dio a su gente, que la comió. Luego se levantó, se fue tras de El as y entró a su servicio.
Hechos 13:5 - Biblia Castilian 2003 Llegados a Salamina, anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los jud os. Contaban también con la ayuda de Juan. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y llegados a Salamina, anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan de ayudante. Biblia Nueva Traducción Viviente Allí, en la ciudad de Salamina, fueron a las sinagogas judías y predicaron la palabra de Dios. Juan Marcos fue con ellos como su asistente. Biblia Católica (Latinoamericana) Llegados a Salamina, comenzaron a anunciar la Palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Juan les hacía de asistente. La Biblia Textual 3a Edicion Llegando a Salamina, proclamaron la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos, teniendo a Juan como ayudante. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Llegados a Salamina, anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Contaban también con la ayuda de Juan. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y llegados a Salamina, predicaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos; y tenían también a Juan en el ministerio. |
Eliseo se volvió, tomó la yunta de bueyes y la sacrificó; con el yugo de los bueyes coció la carne y se la dio a su gente, que la comió. Luego se levantó, se fue tras de El as y entró a su servicio.
El as sintió miedo, se levantó y se puso en camino para salvar su vida. Al llegar a Berseba de Judá, dejó aqu a su criado.
Pero Josafat dijo: '¿No hay aqu ningún profeta de Yahveh, para que por medio de él podamos consultar a Yahveh?'. Respondió uno de los servidores del rey de Israel: 'Está aqu está Eliseo, el hijo de Safat, el que vert a agua en las manos de El as'.
Se levantó Moisés con Josué, ayudante de Moisés, y subió Moisés al monte de Dios.
Pero no ha de ser as entre vosotros; al contrario, el que quiera entre vosotros ser grande, sea vuestro servidor,
Tras pensarlo, se encaminó a la casa de Mar a, la madre de Juan, por sobrenombre Marcos, donde hab a muchas personas reunidas en oración.
Bernabé y Saulo, una vez cumplido su encargo, regresaron de Jerusalén, trayendo consigo a Juan, por sobrenombre Marcos.
Ellos, después de atravesar Perge, llegaron a Antioqu a de Pisidia y, entrando en la sinagoga el d a de sábado, se sentaron.
Entonces Pablo y Bernabé dijeron con firme entereza: 'A vosotros ten amos que dirigir primero la palabra de Dios; pero en vista de que la rechazáis y no os juzgáis dignos de la vida eterna, nos volvemos a los gentiles.
En Iconio entraron, como de costumbre, en la sinagoga de los jud os y hablaron de tal manera que abrazó la fe una gran muchedumbre, tanto de jud os como de griegos.
Discut a, pues, con los jud os y los prosélitos en la sinagoga, y cada d a en el ágora con cuantos encontraba.
Todos los sábados disertaba en la sinagoga, tratando de persuadir tanto a jud os como a griegos.
Envió, pues, a Macedonia a dos de sus colaboradores, Timoteo y Erasto, mientras él permaneció algún tiempo en Asia.
Se llenó de confusión la ciudad y todos en masa precipitaron en el teatro, arrastrando consigo a los macedonios Gayo y Aristarco, compa eros de viaje de Pablo.
Entró Pablo en la sinagoga y habló con entereza, por espacio de tres meses. Discut a sobre el reino de Dios e intentaba convencerlos.
y en seguida predicaba en las sinagogas a Jesús, diciendo que éste era el Hijo de Dios.
Saludos de Aristarco, mi compa ero de prisión; de Marcos, el primo de Bernabé, sobre el cual habéis recibido instrucciones, de modo que, si pasa por ah, acogedlo;
Lucas es el único que está conmigo. Recoge de paso a Marcos y tráelo contigo, porque me es muy útil para el ministerio.