Y estando con ellos a la mesa, tomó el pan, recitó la bendición, lo partió y se lo dio.
Hechos 10:41 - Biblia Castilian 2003 no a todo el pueblo, sino a los testigos se alados de antemano por Dios, a nosotros que comimos y bebimos con él después de haber resucitado él de entre los muertos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos. Biblia Nueva Traducción Viviente no al público en general, sino a nosotros, a quienes Dios había elegido de antemano para que fuéramos sus testigos. Nosotros fuimos los que comimos y bebimos con él después de que se levantó de los muertos. Biblia Católica (Latinoamericana) no por todo el pueblo, sino por los testigos que Dios había escogido de antemano, por nosotros, que comimos y bebimos con él después de que resucitó de entre los muertos. La Biblia Textual 3a Edicion no a todo el pueblo, sino a unos testigos designados de antemano por Dios, a nosotros, que comimos y bebimos con Él después que resucitó de entre los muertos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 no a todo el pueblo, sino a los testigos señalados de antemano por Dios, a nosotros que comimos y bebimos con él después de haber resucitado él de entre los muertos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios antes había escogido, a nosotros que comimos y bebimos con Él después que resucitó de los muertos. |
Y estando con ellos a la mesa, tomó el pan, recitó la bendición, lo partió y se lo dio.
el Esp ritu de la verdad a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Vosotros lo conocéis, porque con vosotros permanece y en vosotros estará.'
Dentro de poco, el mundo ya no me verá; pero vosotros me veréis, porque yo sigo viviendo y vosotros viviréis.
Judas, no el Iscariote, le pregunta: 'Se or, ¿y cómo es eso de que te has de manifestar a nosotros y no al mundo?'.
No me habéis elegido vosotros, sino que yo os eleg, y os he puesto para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto sea permanente; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.'
desde el bautismo de Juan hasta el d a en que nos fue arrebatado, uno de éstos sea constituido, junto a nosotros, testigo de su resurrección.'
En el curso de una comida, les ordenó que no salieran de Jerusalén, sino que esperaran la promesa del Padre, 'de la que me habéis o do hablar;
Nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo en la región de los jud os y en Jerusalén. Le mataron, colgándolo de un madero.
y él se apareció durante muchos d as a los que hab an subido con él de Galilea a Jerusalén, los cuales son [ahora] testigos suyos ante el pueblo.