Cada uno agarró a su adversario por la cabeza y le hundió la espada en el costado, as sucumbieron todos a la vez. Por eso se llamó a aquel lugar Campo de los Costados, que está en Gabaón.
Hechos 1:19 - Biblia Castilian 2003 El suceso fue tan notorio para todos los habitantes de Jerusalén que a aquella finca se la llamó en su propia lengua Hacéldama, que quiere decir 'campo de sangre'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y fue notorio a todos los habitantes de Jerusalén, de tal manera que aquel campo se llama en su propia lengua, Acéldama, que quiere decir, Campo de sangre. Biblia Nueva Traducción Viviente La noticia de su muerte llegó a todos los habitantes de Jerusalén, y ellos le pusieron a ese lugar el nombre arameo Acéldama, que significa «Campo de Sangre»). Biblia Católica (Latinoamericana) Este hecho fue conocido por todos los habitantes de Jerusalén, que llamaron a aquel campo, en su lengua, Hakeldamá, que significa: Campo de Sangre-. La Biblia Textual 3a Edicion y esto llegó a ser conocido de todos los que viven en Jerusalem, de modo que aquel campo se llama en su propia lengua Acéldama, es decir, Campo de Sangre.)° Biblia Serafín de Ausejo 1975 El suceso fue tan notorio para todos los habitantes de Jerusalén que a aquella finca se la llamó en su propia lengua Hacéldama, que quiere decir 'campo de sangre'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y fue notorio a todos los moradores de Jerusalén; de tal manera que aquel campo es llamado en su propia lengua, Acéldama, que significa, campo de sangre. |
Cada uno agarró a su adversario por la cabeza y le hundió la espada en el costado, as sucumbieron todos a la vez. Por eso se llamó a aquel lugar Campo de los Costados, que está en Gabaón.
Yahveh me dijo: 'Entrega al tesoro ese magn fico precio en que me han tasado'. Tomé las treinta monedas de plata y las entregué al tesoro del templo de Yahveh.
Ellos aceptaron el dinero y procedieron de acuerdo con estas instrucciones. Y ésta es la versión que corre entre los jud os hasta [el d a de] hoy.
O d, israelitas, estas palabras: a Jesús de Nazaret, hombre acreditado por Dios ante vosotros con milagros, prodigios y se ales que por él realizó Dios entre vosotros, como bien sabéis;
Y se lo permitió. Pablo, de pie sobre las gradas, hizo se as al pueblo con la mano para que callara. Hecho un gran silencio, se puso a hablar en dialecto hebreo y dijo: