Respondió El as: 'Cosa dif cil has pedido. Con todo, si me ves cuando yo sea arrebatado de tu lado, lo tendrás; en caso contrario, no lo tendrás'.
Hechos 1:10 - Biblia Castilian 2003 Estaban ellos mirando atentamente al cielo mientras se iba cuando de pronto se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras se esforzaban por verlo ascender al cielo, dos hombres vestidos con túnicas blancas de repente se pusieron en medio de ellos. Biblia Católica (Latinoamericana) Ellos seguían mirando fijamente al cielo mientras se alejaba. Pero de repente vieron a su lado a dos hombres vestidos de blanco, La Biblia Textual 3a Edicion Y mirando fijamente al cielo mientras Él se iba, se les presentaron dos varones con vestiduras blancas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Estaban ellos mirando atentamente al cielo mientras se iba cuando de pronto se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que Él se iba, he aquí dos varones en vestiduras blancas se pusieron junto a ellos; |
Respondió El as: 'Cosa dif cil has pedido. Con todo, si me ves cuando yo sea arrebatado de tu lado, lo tendrás; en caso contrario, no lo tendrás'.
Segu mirando y vi que colocaron unos tronos y un anciano se sentó. Su vestido era blanco como la nieve; los cabellos de su cabeza puros como la lana; su trono eran llamas de fuego; sus ruedas eran ascua encendida.
Y all se transfiguró delante de ellos: su rostro resplandeció como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz.
Cuando entraron en el sepulcro vieron a un joven, sentado a la parte derecha, vestido con una túnica blanca, y se quedaron asustadas.
Mientras ellas estaban desconcertadas por esto, se les presentaron de pronto dos hombres con vestiduras deslumbrantes.
y ve dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde hab a estado el cuerpo de Jesús, uno en el lugar de la cabeza y otro en el de los pies.
Este hombre vio claramente en una visión cómo, alrededor de la hora nona del d a, un ángel de Dios entraba en su casa y le dec a: 'Cornelio'.
D jole Cornelio: 'Hace cuatro d as a esta misma hora me encontraba haciendo la oración de nona en mi casa, cuando un hombre, con radiantes vestidos, se puso delante de m
Pero tienes en Sardes unas pocas personas que no han manchado sus vestiduras. Éstos andarán conmigo vestidos de blanco, porque son dignos.
Yo le respond: 'Se or m o, tú lo sabes'. Él me dijo: 'Éstos son los que vienen de la gran tribulación, han lavado sus vestidos y los han blanqueado en la sangre del Cordero.