Su valor se mantiene, sin temer, Sámek mientras ve a sus opresores confundidos. Ain
Hebreos 13:9 - Biblia Castilian 2003 No os dejéis extraviar por doctrinas complejas y extra as, porque lo bueno es que el corazón se robustezca con la gracia, no con alimentos que nada aprovecharon a los que andaban en esas observancias. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que no se dejen cautivar por ideas nuevas y extrañas. Su fortaleza espiritual proviene de la gracia de Dios y no depende de reglas sobre los alimentos, que de nada sirven a quienes las siguen. Biblia Católica (Latinoamericana) No se dejen engañar por las novedades y las doctrinas extrañas a la fe. La gracia de Dios es un buen medio para fortalecer la vida interior; no cuenten con otros alimentos de los que nadie sacó provecho. La Biblia Textual 3a Edicion No seáis llevados por enseñanzas diversas y extrañas, pues mejor es que el corazón sea fortalecido con la gracia, no con régimen de alimentos, del que no sacaron ningún provecho los que lo observaban. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No os dejéis extraviar por doctrinas complejas y extrañas, porque lo bueno es que el corazón se robustezca con la gracia, no con alimentos que nada aprovecharon a los que andaban en esas observancias. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No seáis llevados de acá para allá por doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado en ellas. |
Su valor se mantiene, sin temer, Sámek mientras ve a sus opresores confundidos. Ain
porque surgirán falsos cristos y falsos profetas que harán grandes se ales y prodigios, para enga ar, si fuera posible, aun a los mismos elegidos.
y de entre vosotros mismos surgirán hombres que ense arán cosas perversas y arrastrararán tras de s a los disc pulos.
Ahora os dejo encomendados al Se or y a la palabra de su gracia, que tiene poder para edificar y concederos la herencia con todos los santificados.
Que el reino de Dios no consiste en tal clase de comida o de bebida, sino en justicia y paz y alegr a en el Esp ritu Santo.
Hay quien cree que puede comer de todo; mientras que el débil solamente come verduras.
El que siente interés por tal d a, lo hace en atención al Se or; y el que come de todo, lo hace en atención al Se or, pues da gracias a Dios; y el que se abstiene de algo, lo hace en atención al Se or, y también da gracias a Dios.
'La comida para el vientre, y el vientre para la comida'; pero Dios destruirá lo uno y lo otro. El cuerpo no es para la lujuria, sino para el Se or; y el Se or para el cuerpo.
No es la comida lo que nos recomendará ante Dios: ni por no comer seremos menos, ni por comer seremos más.
Y es Dios, que nos mantiene firmes en Cristo tanto a nosotros como a vosotros, quien nos ungió,
Hermanos, en el caso de que alguno fuera sorprendido en alguna falta, vosotros, los espirituales, procurad, con esp ritu de mansedumbre, que se levante, con la mirada puesta en ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
para que ya no seamos ni os, sacudidos por las olas y llevados de acá para allá por todo viento de doctrina, a merced de las trampas de los hombres y de la astucia que urde las artima as del error,
Nadie os enga e con vanas palabras; pues por estas cosas viene la ira de Dios sobre los rebeldes.
no os alborotéis tan fácilmente, perdiendo el buen sentido, ni os alarméis con motivo de ciertas inspiraciones o afirmaciones o por alguna carta que se nos atribuya sobre la inminencia del d a del Se or.
Timoteo, guarda el depósito que se te ha confiado y evita los discursos vac os y perniciosos y las contradicciones de la pretendida ciencia.
Queridos m os, no os fiéis de todo esp ritu, sino examinad si los esp ritus son de Dios, porque han salido al mundo muchos falsos profetas.
Éstos son los escollos en vuestros ágapes: banquetean sin vergüenza, se apacientan a s mismos; son nubes sin agua arrastradas por los vientos, árboles de final de oto o sin frutos, dos veces muertos, arrancados de ra z;
Queridos hermanos, he puesto toda mi diligencia en escribiros sobre nuestra común salvación, pues he sentido la necesidad de hacerlo para alentaros a que luchéis por la fe transmitida de una vez para siempre al pueblo santo.