He visto además todos los abusos que se cometen bajo el sol: el llanto de los oprimidos sin que nadie los consuele, la violencia de los opresores sin que nadie reclame venganza.
Habacuc 1:3 - Biblia Castilian 2003 ¿Por qué me muestras la iniquidad y me descubres la desgracia? Me pones delante pillaje y violencia; surgen disputas y discordias. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan. Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Tendré siempre que ver estas maldades? ¿Por qué debo mirar tanta miseria? Dondequiera que mire, veo destrucción y violencia. Estoy rodeado de gente que le encanta discutir y pelear. Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Por qué me obligas a ver la injusticia? ¿Acaso tus ojos soportan la opresión? Sólo observo robos y atropello y no hay más que querellas y altercados. La Biblia Textual 3a Edicion ¿Por qué me haces ver la iniquidad, y me constriñes a mirar la opresión? La violencia y la destrucción me confrontan; surgen contiendas y se levantan pleitos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Por qué me muestras la iniquidad y me descubres la desgracia? Me pones delante pillaje y violencia; surgen disputas y discordias. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Pues saqueo y violencia están delante de mí, y hay además quien levanta pleito y contienda. |
He visto además todos los abusos que se cometen bajo el sol: el llanto de los oprimidos sin que nadie los consuele, la violencia de los opresores sin que nadie reclame venganza.
El fruto de la tierra es para todos: hasta el rey está al servicio del campo.
Escuchadme, obstinados de corazón, los que estáis alejados de la justicia:
La vi a de Yahveh Sebaot es la casa de Israel; y los hombres de Judá el plantel de sus delicias. Esperaba justicia y mirad: ¡iniquidad! Esperaba honradez y mirad: ¡lamentos!
¡Ay de m, madre m a, que me engendraste para ser hombre de discusión y de discordia para todo el mundo! Ni presté ni me prestaron, pero todos me maldicen.
¿Por qué sal del seno, para ver dolor y pena y para que mis d as se vayan consumiendo en la vergüenza?
Siempre que hablo, tengo que gritar: ¡violencia y opresión! Esto es lo que proclamo. La palabra de Yahveh me resulta oprobio y escarnio todo el d a.
En cuanto a ti, hijo de hombre, no los temas, ni temas tampoco sus palabras, aunque sean para ti cardos y espinas y tengas que vivir entre escorpiones; no temas sus palabras ni te desanimes por causa de ellos, pues son una raza rebelde.
Mirad que os env o como ovejas en medio de lobos; sed, por tanto, cautelosos como serpientes y sencillos como palomas.
pues este justo, que viv a entre ellos, d a tras d a se aflig a en su alma justa por las obras malas que ve a y o a.