Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste tomado; porque polvo eres y al polvo volverás'.
Génesis 5:5 - Biblia Castilian 2003 Adán vivió en total novecientos treinta a os, y murió. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió. Biblia Nueva Traducción Viviente Adán vivió novecientos treinta años y después murió. Biblia Católica (Latinoamericana) Adán al morir tenía novecientos treinta años. La Biblia Textual 3a Edicion Y fueron todos los días que vivió Adam novecientos treinta años, y murió. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Adán vivió en total novecientos treinta años, y murió. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años, y murió. |
Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste tomado; porque polvo eres y al polvo volverás'.
Vivió Adán, después de haber engendrado a Set, ochocientos a os; y engendró hijos e hijas.
Todos hemos de morir; y como el agua que se derrama en tierra no vuelve a recogerse, as Dios tampoco levanta un cadáver. Piense, pues, sus planes el rey, para no mantener desterrado lejos de él al proscrito.
Ya sé que me llevas a la muerte, al lugar de cita de todos los vivientes.
Recuerda: ¿Cuánto duro yo? ¿Para qué precario fin has creado a todos los hijos de los hombres?
Nuestra vida es setenta a os, ochenta a os la vida de los fuertes: casi todos en afanes y miseria, pues rápido se pasan y nosotros nos volamos.
cuando se tiene miedo de la altura y el terror acecha en el camino, cuando florece el almendro, se torna lento el saltamontes y no tiene sabor la alcaparra - y es que el hombre se va a su eterna morada, mientras los pla ideros recorren las calles -;
antes de que vuelva el polvo a la tierra de donde vino y el hálito vital vuelva a Dios, que lo dio.
Los vivos saben al menos que han de morir, pero los muertos no saben nada; no perciben ya salario alguno, porque su memoria yace en el olvido.
Lleva en todo tiempo blancas vestiduras, y no falte el perfume en tu cabeza.
Mirad que todas las vidas son m as; tanto la vida del padre como la vida del hijo son m as: el que peque, ése morirá'.
amando a Yahveh, tu Dios, escuchando su voz y allegándote a él, porque en eso está tu vida y la prolongación de tus d as, para que habites sobre la tierra que Yahveh juró dar a tus padres, a Abrahán, a Isaac y a Jacob'.
Y as como es destino de los hombres morir una sola vez y, tras de esto, el juicio,