Ten a Abrán noventa y nueve a os cuando se le apareció Yahveh y le dijo: 'Yo soy El - Sadday; anda en mi presencia y sé perfecto.
Génesis 5:22 - Biblia Castilian 2003 Después de engendrar a Matusalén, anduvo Henoc en compa a de Dios trescientos a os; y engendró hijos e hijas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. Biblia Nueva Traducción Viviente Después del nacimiento de Matusalén, Enoc vivió en íntima comunión con Dios trescientos años más y tuvo otros hijos e hijas. Biblia Católica (Latinoamericana) Enoc anduvo con Dios y vivió después del nacimiento de Matusalén trescientos años y tuvo más hijos e hijas. La Biblia Textual 3a Edicion Y anduvo Enoc con Ha-’Elohim° trescientos años después de haber engendrado a Matusalén, y engendró hijos e hijas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después de engendrar a Matusalén, anduvo Henoc en compañía de Dios trescientos años; y engendró hijos e hijas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. |
Ten a Abrán noventa y nueve a os cuando se le apareció Yahveh y le dijo: 'Yo soy El - Sadday; anda en mi presencia y sé perfecto.
y me respondió: 'Yahveh, en cuya presencia he andado, enviará su ángel contigo, y hará que tenga éxito tu viaje, para que tomes para mi hijo una mujer de mi linaje y de la casa de mi padre.
Después bendijo a José diciendo: 'El Dios en cuya presencia caminaron mis padres, Abrahán e Isaac, el Dios que ha sido mi pastor desde que existo hasta hoy,
Ésta es la historia de Noé. Fue Noé varón justo y perfecto entre los de su generación: Noé caminaba con Dios.
Y as cumplirá Yahveh la palabra que me dio cuando me dijo: 'Si tus hijos siguen su camino para andar en mi presencia con fidelidad, con todo su corazón y toda su alma, no te faltará varón sobre el trono de Israel'.
'¡Oh Yahveh! Acuérdate de que yo he andado en tu presencia con fidelidad e integridad de corazón, haciendo lo que es recto a tus ojos'. Y Ezequ as rompió en un gran llanto.
Al Se or tengo yo siempre ante mis ojos: estando él a mi diestra jamás sucumbiré.
A mi cargo, oh Dios, los votos, cumpliré en tu honor la acción de gracias.
Ensé ame tus sendas, que ande yo en tu verdad, concentra mi atención en la reverencia de tu nombre.
Yahveh dijo a Moisés: 'Voy a haceros llover pan del cielo. El pueblo saldrá cada d a a recoger la porción necesaria para la jornada, a fin de que yo lo ponga a prueba y vea si anda o no en mi ley.
Llévame contigo corriendo. Introdúceme, rey m o, en tu aposento; gocemos juntos, disfrutemos, celebrando tu amor, mejor que el vino. ¡Con razón se enamoran!
Efra n, ¿qué tiene ya que ver con los dolos? Yo lo escucho y lo protejo. Soy como un ciprés siempre verde; gracias a m se hallará fruto en ti.
Caminaré en medio de vosotros, yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo.
Si, pues, todos los pueblos caminan cada uno en nombre de su dios, también nosotros caminamos en el nombre de Yahveh, nuestro Dios para siempre jamás.
'Se te ha revelado, hombre, lo que es bueno, lo que Yahveh reclama en ti: tan sólo practicar la justicia, amar la lealtad y ser humilde ante tu Dios.'
Ense anza de verdad hab a en su boca y no hab a iniquidad en sus labios; en paz y rectitud caminaba conmigo y a muchos apartaba de la iniquidad.
Ambos eran realmente rectos ante Dios y llevaban una conducta intachable en conformidad con todos los mandamientos y órdenes del Se or.
La Iglesia, mientras tanto, gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samar a, se edificaba y caminaba en el temor del Se or y crec a con la consolación del Esp ritu Santo.
As pues, ahora ya no pesa ninguna condena sobre quienes están en Cristo Jesús.
Por lo demás, que cada uno viva según la condición que el Se or le asignó, cada cual como era cuando Dios le llamó. Esto es lo que prescribo en todas las iglesias.
¿Qué compatibilidad entre el templo de Dios y los dolos? Porque nosotros somos templo de Dios vivo, como lo dijo Dios: Habitaré y caminaré en medio de ellos; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.
Mirad, pues, con cuidado cómo os portáis; que no sea como necios, sino como sabios,
no escucharás las palabras de ese profeta o de ese visionario en sue os, pues Yahveh, vuestro Dios os querrá probar para saber si amáis a Yahveh, vuestro Dios, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.
Yahveh te establecerá como pueblo consagrado a él, como te lo ha jurado, si guardas los mandamientos de Yahveh, tu Dios, y andas por sus caminos.
Seguid en todo el camino que Yahveh, vuestro Dios, os ha se alado, para que viváis y seáis felices y prolonguéis vuestros d as en la tierra que vais a ocupar.
para que caminéis según el Se or se merece, a plena satisfacción suya, dando frutos en toda obra buena y creciendo en el conocimiento de Dios;
Por lo que respecta a los de fuera, tratadlos con prudente discreción, aprovechando las ocasiones.
exhortándoos y animándoos y conjurándoos a llevar una vida digna del Dios que os llama a su reino y a su gloria.
Por lo demás, hermanos, éste es nuestro ruego y nuestra exhortación en el Se or Jesús: que ya que aprendisteis de nosotros de qué manera debéis portaros para agradar a Dios, que os portéis as y as sigáis progresando más y más.
Pero si caminamos en la luz, como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros; y la sangre de Jesús, su Hijo, nos purifica de todo pecado.