A José le nacieron en la tierra de Egipto Manasés y Efra n, que le dio Asenat, hija de Poti Fera, sacerdote de On.
Génesis 48:5 - Biblia Castilian 2003 Desde ahora tus dos hijos Manasés y Efra n, que te nacieron en la tierra de Egipto antes que yo viniese a ti, a Egipto, son m os, como lo son Rubén y Simeón; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y ahora tus dos hijos Efraín y Manasés, que te nacieron en la tierra de Egipto, antes que viniese a ti a la tierra de Egipto, míos son; como Rubén y Simeón, serán míos. Biblia Nueva Traducción Viviente »Ahora reclamo como hijos míos a estos dos muchachos tuyos, Efraín y Manasés, quienes nacieron aquí en la tierra de Egipto antes de que yo llegara. Ellos serán mis hijos, como lo son Rubén y Simeón. Biblia Católica (Latinoamericana) Desde ahora, pues, los dos hijos que te han nacido en Egipto antes de llegar yo a este país, serán míos. Efraím y Manasés serán hijos míos, al igual que Rubén y Simeón son hijos míos, La Biblia Textual 3a Edicion Pues bien, los dos hijos que te nacieron en la tierra de Egipto antes de venir yo a vivir contigo en Egipto, serán míos. Efraín y Manasés, serán para mí como Rubén y Simeón. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Desde ahora tus dos hijos Manasés y Efraín, que te nacieron en la tierra de Egipto antes que yo viniese a ti, a Egipto, son míos, como lo son Rubén y Simeón; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ahora tus dos hijos Efraín y Manasés, que te nacieron en la tierra de Egipto, antes que viniese a ti a la tierra de Egipto, míos son; como Rubén y Simeón, serán míos. |
A José le nacieron en la tierra de Egipto Manasés y Efra n, que le dio Asenat, hija de Poti Fera, sacerdote de On.
Después de estos sucesos, informaron a José: 'Mira, tu padre está enfermo'. José tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efra n.
pero los que has engendrado después de ellos serán tuyos, y recibirán la herencia en nombre de sus hermanos.
que rescataste a tu pueblo con tu brazo, Selah a los hijos de Jacob y de José.
Pero ahora, as dice Yahveh, que te creó, Jacob, que te formó, Israel: 'No temas, pues te redimo, te llamo por tu nombre, eres m o.
Pasé junto a ti y te vi. Era tu edad, la edad de los amores. Tend entonces sobre ti el borde de mi manto y cubr tu desnudez; te hice juramento, contraje una alianza contigo - oráculo del Se or Yahveh - y fuiste m a.
As dice el Se or Yahveh: 'Éstas son las fronteras, dentro de las cuales dividiréis el pa s como posesión hereditaria entre las doce tribus de Israel. José tendrá dos partes.
Sed santos para m, porque yo, Yahveh, soy santo, y os he separado de los pueblos para que seáis m os.
Ellos serán para m - dice Yahveh Sebaot - propiedad particular, el d a en que yo actúe. Seré indulgente con ellos, como un hombre es indulgente con el hijo que le sirve.
Por los hijos de José: por Efra n, Elisamá, hijo de Amiud; por Manasés, Gamaliel, hijo de Pedasur.
Y seré para vosotros padre, y vosotros seréis para m hijos e hijas, dice el Se or todopoderoso.
nos hab a predestinado a ser hijos adoptivos suyos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad,
Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José y se prosternó, apoyándose en la punta de su vara.
Ahora, pues, distribuye este territorio en herencia entre las nueve tribus y la mitad de la tribu de Manasés'.
Los descendientes de José formaban dos tribus, Manasés y Efra n, y no se hab a asignado parte a los levitas en el pa s, sino ciudades de residencia con sus terrenos de pasto para su ganado mayor y menor.