Melquisedec, rey de Salem, le ofreció pan y vino, pues era sacerdote del Dios Alt simo,
Génesis 47:22 - Biblia Castilian 2003 Solamente dejó de comprar las tierras de los sacerdotes; porque exist a un decreto del Faraón en favor de los sacerdotes, los cuales comen de lo que les dio el Faraón por decreto, y por eso no tuvieron que vender sus tierras. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Solamente la tierra de los sacerdotes no compró, por cuanto los sacerdotes tenían ración de Faraón, y ellos comían la ración que Faraón les daba; por eso no vendieron su tierra. Biblia Nueva Traducción Viviente Las únicas tierras que no compró fueron las que pertenecían a los sacerdotes. Ellos recibían una ración de alimentos directamente del faraón, por lo cual no tuvieron que vender sus tierras. Biblia Católica (Latinoamericana) La única tierra que no compró fue la de los sacerdotes, pues había un decreto de Faraón en favor de ellos, y él debía procurarles el alimento. Por eso no vendieron sus tierras. La Biblia Textual 3a Edicion Solamente dejó de comprar la tierra de los sacerdotes, porque había un estatuto de Faraón para los sacerdotes, y ellos comían la ración que Faraón les daba. Por eso no tuvieron que vender sus campos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Solamente dejó de comprar las tierras de los sacerdotes; porque existía un decreto del Faraón en favor de los sacerdotes, los cuales comen de lo que les dio el Faraón por decreto, y por eso no tuvieron que vender sus tierras. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Solamente la tierra de los sacerdotes no compró, por cuanto los sacerdotes tenían ración de Faraón, y ellos comían su ración que Faraón les daba; por eso no vendieron su tierra. |
Melquisedec, rey de Salem, le ofreció pan y vino, pues era sacerdote del Dios Alt simo,
El Faraón puso a José el nombre de Safnat Panéaj, y le dio por mujer a Asenat, hija de Poti Fera, sacerdote de On. Entonces José salió a recorrer la tierra de Egipto.
Antes de que llegaran los a os del hambre, le nacieron a José dos hijos, que le dio Asenat, hija de Poti Fera, sacerdote de On.
En cuanto al pueblo, lo redujo a servidumbre de un extremo a otro de la tierra de Egipto.
Dijo José al pueblo: 'Hoy os he comprado para el Faraón, a vosotros y a vuestras tierras. Ah tenéis semilla para que sembréis la tierra.
José implantó, pues, la norma, todav a hoy vigente en Egipto, de entregar al Faraón la quinta parte. Sólo las tierras de los sacerdotes no pasaron al poder del Faraón.
Bena as, hijo de Joadá, estaba al frente de los quereteos y los peleteos. Los hijos de David eran sacerdotes.
Os hacemos saber también que no se podrán imponer tributos, impuestos ni gabelas a ninguno de los sacerdotes, levitas, cantores, porteros y donados, ni a ninguno de los servidores de ese templo de Dios.
Supe también que no se les hab an entregado a los levitas las porciones debidas y que, por tanto, los levitas y cantores encargados del servicio se hab an desbandado cada uno a su campo.
ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; que el obrero merece su sustento.
¿No sabéis que los que se ocupan de las funciones sagradas comen de lo ofrecido en el templo, y que los que sirven en el altar participan de las ofrendas del altar?
El que recibe la ense anza de la palabra haga part cipe de todos sus bienes al que le ense a.
Guárdate de desamparar nunca al levita durante el tiempo que vivas sobre tu tierra.
Ya cuando estábamos entre vosotros os dimos esta norma: el que no quiere trabajar, que no coma.
Los presb teros que desempe an bien su cargo merecen doble honorario, sobre todo los que trabajan en la palabra y en la ense anza.