Se iban diciendo unos a otros: 'En verdad somos culpables por lo de nuestro hermano, porque vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no lo escuchamos; por esto nos ha sobrevenido esta tribulación'.
Génesis 44:8 - Biblia Castilian 2003 Desde la tierra de Canaán te hemos devuelto el dinero que encontramos en la boca de nuestros sacos. ¿Cómo, pues bamos a robar oro ni plata de la casa de tu amo? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 He aquí, el dinero que hallamos en la boca de nuestros costales, te lo volvimos a traer desde la tierra de Canaán; ¿cómo, pues, habíamos de hurtar de casa de tu señor plata ni oro? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Acaso no devolvimos el dinero que encontramos en nuestros costales? Lo trajimos de vuelta desde la tierra de Canaán. ¿Por qué robaríamos oro o plata de la casa de su amo? Biblia Católica (Latinoamericana) Si te trajimos desde Canaán la plata que encontramos en nuestras bolsas, ¿cómo íbamos ahora a robar oro y plata de la casa de tu señor? La Biblia Textual 3a Edicion He aquí, la plata que hallamos en la boca de nuestros costales, te la volvimos a traer desde la tierra de Canaán, ¿cómo, pues, hurtaríamos de la casa de tu señor plata u oro? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Desde la tierra de Canaán te hemos devuelto el dinero que encontramos en la boca de nuestros sacos. ¿Cómo, pues íbamos a robar oro ni plata de la casa de tu amo? Biblia Reina Valera Gómez (2023) He aquí, el dinero que hallamos en la boca de nuestros costales, te lo volvimos a traer desde la tierra de Canaán; ¿cómo, pues, habíamos de hurtar de casa de tu señor plata ni oro? |
Se iban diciendo unos a otros: 'En verdad somos culpables por lo de nuestro hermano, porque vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no lo escuchamos; por esto nos ha sobrevenido esta tribulación'.
Cuando llegaron al lugar donde deb an pasar la noche, abrió uno su saco para dar pienso a su asno y vio su dinero en la boca del saco.
Cuando vaciaron sus sacos, cada uno encontró una bolsa de dinero en su saco. Al ver las bolsas, ellos y su padre, sintieron miedo.
Llevad también el doble de dinero y devolved, por vuestra propia iniciativa, el que fue puesto en la boca de vuestros sacos. Pudo tratarse de un error.
Al ser introducidos en casa de José, tuvieron miedo, y se dec an: 'A causa del dinero devuelto en nuestros sacos la otra vez se nos conduce aqu, para arrojarse sobre nosotros, caer sobre nosotros, tomarnos como esclavos y quedarse con nuestros asnos'.
Le respondieron ellos: '¿Por qué mi se or habla en estos términos? Lejos de tus siervos hacer semejante cosa.
D cele aquél: '¿Cuáles?'. Jesús respondió: 'Aquello de No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio,
Porque aquello de No cometerás adulterio; no matarás; no robarás; no codiciarás, y los demás mandamientos, en esta expresión se resumen [a saber]: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.