Y a adió: 'He o do decir que hay grano en Egipto. Bajad, pues, allá, y comprad grano para que podamos vivir y no muramos'.
Génesis 43:8 - Biblia Castilian 2003 Dijo Judá a Israel, su padre: 'Env a al chico conmigo, y entonces nos pondremos en camino, para que vivamos y no muramos, ni nosotros, ni tú, ni nuestros peque os. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces Judá dijo a Israel su padre: Envía al joven conmigo, y nos levantaremos e iremos, a fin de que vivamos y no muramos nosotros, y tú, y nuestros niños. Biblia Nueva Traducción Viviente Judá le dijo a su padre: —Envía al muchacho conmigo, y nos iremos ahora mismo. De no ser así, todos moriremos de hambre, y no solamente nosotros, sino tú y nuestros hijos. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Judá dijo a su padre Israel: 'Deja que el muchacho venga conmigo, para que podamos partir. Sólo así podremos seguir viviendo nosotros y nuestros hijos, en vez de morir. La Biblia Textual 3a Edicion Judá dijo a Israel su padre: Envía al muchacho conmigo, así nos levantaremos e iremos para que vivamos y no muramos también nosotros, también tú, y también nuestros pequeños. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo Judá a Israel, su padre: 'Envía al chico conmigo, y entonces nos pondremos en camino, para que vivamos y no muramos, ni nosotros, ni tú, ni nuestros pequeños. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Judá dijo a Israel su padre: Envía al joven conmigo, y nos levantaremos e iremos, a fin que vivamos y no muramos nosotros, y tú, y nuestros niños. |
Y a adió: 'He o do decir que hay grano en Egipto. Bajad, pues, allá, y comprad grano para que podamos vivir y no muramos'.
Respondió Jacob: 'No bajará mi hijo con vosotros. Su hermano ha muerto y sólo me queda él. Si le sucede alguna desgracia durante vuestro viaje, har ais descender con dolor mis canas al seol '.
Respondimos a mi se or: 'Tenemos un padre anciano, y un hijo peque o, que le nació en su vejez. Como el hermano de éste murió, y él es el único que queda de su madre, su padre le tiene un gran afecto'.
Nosotros le dijimos: 'No podemos bajar. Si nuestro hermano menor va con nosotros, bajaremos; pero no podr amos presentarnos ante aquel hombre, si nuestro hermano peque o no va con nosotros'.
En cuanto a ti, dales esta orden: 'Haced esto: tomad de la tierra de Egipto carros para vosotros, para vuestros ni os y para vuestras mujeres; tomad a vuestro padre, y ven os.
No temáis, pues; yo os mantendré a vosotros y a vuestros peque uelos'. Después los consoló con palabras llenas de afecto.
toda la casa de José, sus hermanos y la casa de su padre, sin dejar en el pa s de Gosen más que a los ni os, los reba os y las vacadas.
Respondió uno de sus servidores: 'Tómense cinco caballos de los que quedan en la ciudad, pues ellos, lo mismo que toda la muchedumbre de Israel, están pereciendo, enviémoslos y ya veremos'.
Si nos decidimos a entrar en la ciudad, nos moriremos all, por el hambre que hay en ella; pero si nos quedamos aqu, moriremos también. Vamos a pasarnos ahora mismo al campamento de los arameos. Si nos dejan con vida, viviremos, y si nos matan, moriremos'.
Y all, a la orilla del r o Ahavá, pregoné un ayuno para humillarnos ante nuestro Dios, con el fin de impetrar de él un feliz viaje para nosotros, para nuestros hijos y toda nuestra hacienda.
Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus d as sobre la tierra que Yahveh, tu Dios, te va a dar.
Pero a vuestros peque uelos, de los que habéis dicho que servir an de bot n, yo les haré entrar, y ellos conocerán el pa s que vosotros habéis despreciado.