S rvante los pueblos, prostérnense ante ti las naciones. Sé se or de tus hermanos, incl nense ante ti los hijos de tu madre. Malditos sean los que te maldigan, benditos sean los que te bendigan'.
Génesis 43:26 - Biblia Castilian 2003 Cuando llegó José a casa, le presentaron el obsequio que ten an en sus manos y se postraron ante él rostro en tierra. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y vino José a casa, y ellos le trajeron el presente que tenían en su mano dentro de la casa, y se inclinaron ante él hasta la tierra. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando José volvió a casa, le entregaron los regalos que le habían traído y luego se postraron hasta el suelo delante de él. Biblia Católica (Latinoamericana) Al entrar José en la casa, le ofrecieron el regalo y lo saludaron inclinándose hasta el suelo. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando José llegó a la casa, ellos le presentaron dentro de la casa los regalos que tenían en sus manos, y se postraron a tierra ante él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando llegó José a casa, le presentaron el obsequio que tenían en sus manos y se postraron ante él rostro en tierra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vino José a casa, y ellos le trajeron el presente que tenían en su mano dentro de casa, y se inclinaron ante él hasta tierra. |
S rvante los pueblos, prostérnense ante ti las naciones. Sé se or de tus hermanos, incl nense ante ti los hijos de tu madre. Malditos sean los que te maldigan, benditos sean los que te bendigan'.
Se puso al frente de todos y se postró en tierra siete veces, hasta que llegó cerca de su hermano.
José era se or del pa s y controlaba personalmente la venta de grano a todos los pueblos del mundo. Llegaron los hermanos de José y se postraron ante él rostro en tierra.
Les dijo Israel, su padre: 'Si no hay más remedio, haced lo siguiente: Meted algunos de los productos del pa s en vuestros sacos, y llevad al hombre aquel como presente un poco de resina y un poco de miel, tragacanto y láudano, pistachos y almendras.
Contestaron ellos: 'Tu siervo, nuestro padre, está bien; aún vive'. Y arrodillándose, se postraron.
Salió Moisés al encuentro de su suegro, se postró, le besó, y después de los saludos, entraron en la tienda.
Porque escrito está: ¡Vivo yo! - dice el Se or -; ante m se doblará toda rodilla, y toda lengua dará gloria a Dios.