Ten a Abrán noventa y nueve a os cuando se le apareció Yahveh y le dijo: 'Yo soy El - Sadday; anda en mi presencia y sé perfecto.
Génesis 43:14 - Biblia Castilian 2003 Que El Sadday os conceda la benevolencia de aquel hombre para que él os devuelva al otro hermano vuestro y a Benjam n. En cuanto a m, pues que he de quedar sin mis hijos, sin ellos quedaré'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y el Dios Omnipotente os dé misericordia delante de aquel varón, y os suelte al otro vuestro hermano, y a este Benjamín. Y si he de ser privado de mis hijos, séalo. Biblia Nueva Traducción Viviente Que el Dios Todopoderoso les muestre misericordia cuando estén delante del hombre, para que ponga a Simeón en libertad y permita que Benjamín regrese. Pero si tengo que perder a mis hijos, que así sea. Biblia Católica (Latinoamericana) Que el Dios de las Alturas les haga hallar misericordia ante ese hombre para que les devuelva a su otro hermano, y a Benjamín. En cuanto a mí, si pierdo a mis hijos, es que tenía que perderlos. La Biblia Textual 3a Edicion Y que ’El-Shadday° os conceda gran misericordia ante aquel hombre, y os suelte a vuestro otro hermano, y a Benjamín. Y si he de quedar privado de hijos, ¡privado de hijos quede! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Que El Sadday os conceda la benevolencia de aquel hombre para que él os devuelva al otro hermano vuestro y a Benjamín. En cuanto a mí, pues que he de quedar sin mis hijos, sin ellos quedaré'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el Dios Todopoderoso os dé misericordia delante de aquel varón, y os suelte al otro vuestro hermano, y a este Benjamín. Y si he de ser privado de mis hijos, séalo. |
Ten a Abrán noventa y nueve a os cuando se le apareció Yahveh y le dijo: 'Yo soy El - Sadday; anda en mi presencia y sé perfecto.
Abrahán llamó a aquel lugar 'Yahveh provee' por lo que todav a se dice hoy: 'El monte 'Yahveh será visto''.
El Sadday te bendiga, te haga fructificar y te multiplique, para que te conviertas en una muchedumbre de pueblos
D jole Dios: 'Yo soy El Sadday. Sé prol fico y multipl cate. Un pueblo y una comunidad de pueblos nacerán de ti, y de ti saldrán reyes.
Pero Yahveh estaba con José. Le mostró su misericordia e hizo que se ganara el favor del jefe de la cárcel.
José se alejó de ellos, y lloró. Después regresó a su lado. Eligió a Simeón y ordenó encadenarle a la vista de los demás.
Jacob, su padre, les dijo: '¡Me vais a dejar sin hijos! José ya no existe. Simeón no está entre nosotros. Y ahora queréis llevaron a Benjam n. ¡Todas las desgracias caen sobre m !'.
Entonces él hizo un registro, empezando por el del mayor y acabando por el del más joven. Y apareció la copa en el saco de Benjam n.
¡Bendito sea Yahveh, Dios de nuestros padres, que dispuso as el corazón del rey para glorificar el templo de Yahveh que está en Jerusalén,
Ahora, oh Se or, esté atento tu o do a la oración de tu siervo, a la oración de tus siervos, que se complacen en reverenciar tu nombre. Concede a tu siervo que hoy tenga éxito y que halle clemencia ante ese hombre'. Yo era entonces copero del rey.
'Ve y reúne a todos los jud os que se encuentran en Susa y ayunad por m. No comáis ni bebáis durante tres d as, ni de d a ni de noche. También yo y mis doncellas ayunaremos. Y as, aun en contra de la ley, me presentaré al rey. Si tengo que morir, moriré'.
pues bueno es el Se or: su amor dura por siempre y su fidelidad, por las generaciones.
¿Es que ya no volverás a darnos vida y que pueda tu pueblo regocijarse en ti?
Si Yahveh se complace en la conducta de un hombre, lo reconciliará hasta con sus mismos enemigos.
Arroyo es el corazón del rey en manos de Yahveh: que él dirige adonde quiere.
Aclama, cielo, exulta, tierra, prorrumpid, montes, en júbilo; porque Yahveh consuela a su pueblo y de sus pobres se apiada.
y su misericordia se extiende de generación en generación para aquellos que le temen.
Al ver que no pod amos convencerle, dejamos de insistir diciendo: 'Hágase la voluntad del Se or'.
y lo libró de todas sus tribulaciones, dándole gracia y sabidur a ante el Faraón rey de Egipto, que le nombró superintendente sobre Egipto y sobre toda su casa.
Pero fui tratado con misericordia, precisamente para que fuera yo el primero en quien Jesucristo demostrará toda su comprensión, hasta convertirme en prototipo de los que hab an de creer en él para vida eterna.
a Timoteo, verdadero hijo en la fe: gracia, misericordia, paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Se or.
a Tito, auténtico hijo en la fe que nos es común: gracia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Salvador.
Será con nosotros gracia, misericordia, paz, de parte de Dios Padre y de parte de Jesucristo; Hijo del Padre, en verdad y amor.