Contestó Jacob: 'No; te lo suplico. Si gozo de tu favor, tú tomarás este don de mis manos, pues he visto tu rostro como quien ve el rostro de Dios, y me has acogido bien.
Génesis 43:11 - Biblia Castilian 2003 Les dijo Israel, su padre: 'Si no hay más remedio, haced lo siguiente: Meted algunos de los productos del pa s en vuestros sacos, y llevad al hombre aquel como presente un poco de resina y un poco de miel, tragacanto y láudano, pistachos y almendras. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces Israel su padre les respondió: Pues que así es, hacedlo; tomad de lo mejor de la tierra en vuestros sacos, y llevad a aquel varón un presente, un poco de bálsamo, un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces su padre Jacob finalmente les dijo: —Si no queda otro remedio, entonces al menos hagan esto: carguen sus costales con los mejores productos de esta tierra —bálsamo, miel, resinas aromáticas, pistachos y almendras—; llévenselos al hombre como regalo. Biblia Católica (Latinoamericana) Israel, su padre, les dijo: 'Ya que no queda más remedio, hagan lo siguiente. Echen en sus bolsas algo de los productos del país: tragacanto, miel, goma, láudano, pistacho y almendras, y llévenselo como regalo a ese hombre. La Biblia Textual 3a Edicion Respondió su padre Israel: Si tiene que ser así, hacedlo. Tomad de lo mejor de la tierra en vuestras bolsas y llevad obsequios a aquel hombre, un poco de bálsamo, y un poco de miel, especias y mirra, nueces y almendras. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Les dijo Israel, su padre: 'Si no hay más remedio, haced lo siguiente: Meted algunos de los productos del país en vuestros sacos, y llevad al hombre aquel como presente un poco de resina y un poco de miel, tragacanto y láudano, pistachos y almendras. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Israel su padre les respondió: Pues que así es, hacedlo; tomad de lo mejor de la tierra en vuestros sacos, y llevad a aquel varón un presente, un poco de bálsamo, y un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras. |
Contestó Jacob: 'No; te lo suplico. Si gozo de tu favor, tú tomarás este don de mis manos, pues he visto tu rostro como quien ve el rostro de Dios, y me has acogido bien.
Sentáronse a comer. Al alzar la vista, vieron una caravana de ismaelitas que iban desde Galaad a Egipto con sus camellos cargados de goma, resina y láudano.
Si no lo hubiéramos aplazado tanto, a estas horas ya estar amos de vuelta'.
Que El Sadday os conceda la benevolencia de aquel hombre para que él os devuelva al otro hermano vuestro y a Benjam n. En cuanto a m, pues que he de quedar sin mis hijos, sin ellos quedaré'.
Ellos, pues, tomaron los regalos. Tomaron también doble cantidad de dinero en sus manos, y a Benjam n. Se pusieron en camino, bajaron a Egipto y se presentaron ante José.
Ellos prepararon los regalos para cuando llegara José al mediod a, pues le hab an o do decir que comer a con ellos.
Cuando llegó José a casa, le presentaron el obsequio que ten an en sus manos y se postraron ante él rostro en tierra.
sin contar los impuestos de los mercaderes y del tráfico de mercanc as y las contribuciones de todos los reyes de Arabia y de los gobernadores del pa s.
Todos le llevaban presentes: objetos de plata y de oro, vestidos, armas, perfumes, caballos y mulos. Y as a o tras a o.
'Pactemos una alianza entre tú y yo, como la hubo entre mi padre y el tuyo. Ah te mando un regalo de plata y de oro. Anda, rompe tu alianza con Basá, rey de Israel, para que se aleje de m '.
Tomó el oro y la plata que hab a en el templo de Yahveh y en el tesoro del palacio real y lo envió como regalo al rey de Asiria.
Por aquel tiempo, Merodac Baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y un presente a Ezequ as, porque se hab an enterado de que Ezequ as hab a estado enfermo.
Dijo entonces el rey a Jazael: 'Toma contigo un regalo, vete al encuentro del varón de Dios, y consulta por medio de él a Yahveh lo siguiente: '¿Lograré sobrevivir a esta enfermedad?''.
'Ve y reúne a todos los jud os que se encuentran en Susa y ayunad por m. No comáis ni bebáis durante tres d as, ni de d a ni de noche. También yo y mis doncellas ayunaremos. Y as, aun en contra de la ley, me presentaré al rey. Si tengo que morir, moriré'.
Ordena, oh Dios, conforme a tu potencia - la potencia, Se or, con que has obrado por nosotros,
Los monarcas de Tarsis y las islas le pagarán tributo, y los reyes de Sabá y de Seba le traerán presentes.
He bajado para liberarlo de la mano de los egipcios y subirlo de ese pa s a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al lugar donde viven los cananeos, los hititas, los amorreos, los perizeos, los jiveos y los jebuseos.
Carece de juicio quien estrecha la mano, quien sale fiador de su prójimo.
Las dádivas abren al hombre las puertas, le procuran acceso a los grandes.
Dádiva en secreto mitiga la cólera; regalo a escondidas, la ira violenta.
¡Qué exquisitos tus amores, hermana y novia m a! Tus amores son más sabrosos que el vino; el olor de tus perfumes, más que todos los bálsamos.
de nardo y de azafrán, canela y cinamomo, con los árboles todos del incienso, de la mirra y de áloe, y las especies mejores de los bálsamos.
Date prisa, amado m o, y sé cual la gacela o como el cervatillo por los montes de los bálsamos.
¿No hay bálsamo en Galaad, o no hay all un médico? ¿Por qué, entonces, no se cierra la herida de la hija de mi pueblo?
La gente de Dedán traficaba contigo; muchas islas comerciaban a tu servicio, devolviéndote como tributo colmillos de marfil y madera de ébano.
Judá y el pa s de Israel traficaban contigo; abastec an tu comercio de trigo de Minit, mijo, miel, aceite y bálsamo.
Los traficantes de Sebá y Ramá también traficaban contigo; abastec an tus mercados de toda clase de bálsamos de primera calidad, de toda clase de piedras preciosas y de oro.
Yo os he dicho: 'Vosotros poseeréis su tierra, y os la doy para que toméis posesión de ella. Es una tierra que mana leche y miel'. Yo soy Yahveh, vuestro Dios, el que os he separado de los otros pueblos.
Al ver que no pod amos convencerle, dejamos de insistir diciendo: 'Hágase la voluntad del Se or'.
con lo mejor de los frutos del sol, y con lo mejor de cuanto germina en cada luna;
Y ahora, este presente que te ofrece tu sierva a ti, mi se or, sea distribuido entre los jóvenes que siguen a mi se or.
Respondió Saúl a su criado: 'Bien. Iremos, pero ¿qué le llevaremos a ese hombre? Porque se han agotado ya las provisiones de nuestras alforjas, y no tenemos ningún regalo que podamos ofrecer al hombre de Dios. ¿Qué nos queda?'.