Replicó Abrahán: 'Pensé que como seguramente en este lugar no existe temor de Dios, me matar an por causa de mi mujer.
Génesis 42:18 - Biblia Castilian 2003 Al tercer d a les dijo José: 'Soy hombre temeroso de Dios. Haced lo siguiente y salvaréis vuestras vidas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y al tercer día les dijo José: Haced esto, y vivid: Yo temo a Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Al tercer día, José les dijo: —Yo soy un hombre temeroso de Dios. Si hacen lo que les digo, vivirán. Biblia Católica (Latinoamericana) Al tercer día José les dijo: 'Les doy un medio para que se salven, pues yo también tengo temor de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Pero al tercer día les dijo José: Haced esto y viviréis. Yo temo a ’Elohim. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al tercer día les dijo José: 'Soy hombre temeroso de Dios. Haced lo siguiente y salvaréis vuestras vidas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y al tercer día les dijo José: Haced esto, y vivid: Yo temo a Dios: |
Replicó Abrahán: 'Pensé que como seguramente en este lugar no existe temor de Dios, me matar an por causa de mi mujer.
y cuando no hay en esta casa otro mayor que yo, y ninguna cosa me ha negado, sino a ti, porque eres su mujer, ¿voy a cometer yo este grande mal y pecar contra mi Dios?'.
Si sois gente honrada, quede preso uno de vosotros en la cárcel donde estáis. Id los demás a llevar el grano para remediar el hambre de vuestras casas,
En cambio, los gobernadores que me hab an precedido hab an gravado al pueblo: además de quitarles pan y vino, les exig an cuarenta siclos de plata. También sus criados oprim an al pueblo. Pero yo no proced as, por temor de Dios.
Y a ad: 'No está bien lo que hacéis. ¿No deber ais caminar en el temor de nuestro Dios, para evitar los insultos de nuestros enemigos los gentiles?
Hab a en la región de Us un hombre llamado Job. Era ntegro y recto, tem a a Dios y evitaba el mal.
Pero las parteras tem an a Dios y no obedecieron las órdenes del rey de Egipto, sino que dejaban con vida también a los ni os.
Pero elige de entre todo el pueblo hombres de valer, temerosos de Dios, hombres fieles, que aborrezcan la ganancia injusta, y ponlos al frente de ellos como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez;
No os perjudiquéis los unos a los otros; tendrás temor de tu Dios, pues yo soy Yahveh, vuestro Dios.
Les dijo: 'En una ciudad hab a un juez que ni tem a a Dios ni ten a consideración alguna con los hombres.
Él la ignoró durante mucho tiempo. Pero luego pensó para sus adentros: 'Aunque no temo a Dios ni tengo consideración alguna con los hombres,