Pareció sensata la proposición a los ojos del Faraón y a los ojos de todos sus servidores.
Génesis 41:38 - Biblia Castilian 2003 Y dijo el Faraón a sus servidores: '¿Podr amos acaso encontrar un hombre como éste, en quien esté el esp ritu de Dios?'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como este, en quien esté el espíritu de Dios? Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el faraón preguntó a sus funcionarios: «¿Acaso encontraremos a alguien como este hombre, tan claramente lleno del espíritu de Dios?». Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Se podrá encontrar otro hombre como éste, que tenga el espíritu de Dios? La Biblia Textual 3a Edicion Y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos un varón como éste, en quien esté el espíritu de ’Elohim? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y dijo el Faraón a sus servidores: '¿Podríamos acaso encontrar un hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijo Faraón a sus siervos: ¿Hemos de hallar otro hombre como este, en quien esté el Espíritu de Dios? |
Pareció sensata la proposición a los ojos del Faraón y a los ojos de todos sus servidores.
Y tú, Esdras, conforme a la sabidur a de tu Dios que posees, instituye jueces y magistrados que administren justicia a todo el pueblo de la provincia Transeufratina, a todos los que conocen las leyes de tu Dios; y a quienes no las conocen, ensé aselas.
Pero es el aliento de Dios en el hombre y el soplo de Sadday lo que da inteligencia.
¿Ves un hombre hábil en su oficio? Se pondrá al servicio de los reyes; no quedará entre la gente oscura.
¡Qué necios los pr ncipes de Soán! Los más sabios consejeros del Faraón forman un consejo insensato. ¿Cómo dec s al Faraón: 'Soy hijo de sabios, hijo de los reyes de anta o?'.
cuyo ramaje era hermoso y su fruto abundante, que ten a alimento para todos, a cuya sombra se cobijaban las bestias del campo y en cuyas ramas anidaban las aves del cielo,
'Baltasar, jefe de los magos! Yo sé que posees la inspiración divina y que ningún misterio se te oculta: oye el sue o que he tenido y dame a conocer su interpretación'.
Hay en tu reino un hombre que posee el esp ritu de la adivinación divina y ya en tiempo de tu padre se halló en él una luz, una perspicacia y una sabidur a semejantes a las de los dioses. Por eso el rey Nabucodonosor, tu padre, lo nombró jefe de los magos, de los adivinos, de los caldeos y de los astrólogos.
He o do decir que posees el esp ritu de la adivinación divina y que hay en ti luz, perspicacia y sabidur a extraordinarias.
Sobre ellos hab a tres inspectores - uno de los cuales era Daniel -, a quienes los sátrapas deb an rendir cuentas para evitar que el rey sufriera menoscabo.
Pues bien, como Daniel sobresal a entre los inspectores y los sátrapas, porque pose a un esp ritu extraordinario, el rey pensó ponerlo al frente de todo el reino.
Yahveh dijo a Moisés: 'Toma a Josué, hijo de Nun, hombre en quien está el esp ritu, y pon tu mano sobre él.